En las últimas semanas, el occidente de Bogotá ha experimentado un alarmante incremento en actos de extorsión dirigidos a sus comerciantes, situación que ha llevado a varias tiendas a cerrar sus puertas temporalmente para garantizar la seguridad de sus trabajadores. Este fenómeno, concentrado en el área de la Avenida Cali con Calle 13, ha provocado la movilización de las autoridades locales en búsqueda de soluciones efectivas.
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La complicada situación en la zona se destapó cuando 18 propietarios de negocios se vieron forzados a solicitar la intervención policial tras recibir amenazas de grupos criminales. Estas bandas, empleando tácticas intimidatorias y demandando pagos de hasta dos millones de pesos por "protección", han generado un clima de miedo e incertidumbre entre la comunidad comercial.
Respondiendo a este escenario, un despliegue operativo a mediados de febrero, integrado por la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación, logró un avance significativo en la lucha contra la extorsión. La operación culminó con la desarticulación de una de las bandas más activas en el área, la cual se estima recaudaba hasta cien millones de pesos mensualmente a través de sus actividades ilícitas.
Durante la operación policial, se realizó un análisis exhaustivo involucrando la revisión de veinte mil números telefónicos y el aprovechamiento de tecnologías de vigilancia avanzadas, lo que facilitó el arresto de varios criminales clave. Entre ellos se encontraba Geovanny, quien desde la prisión coordinaba las extorsiones junto a alias Cartagena y Julio, responsables de ejecutar actos de violencia contra los comerciantes.
La importancia de la cooperación ciudadana ha sido enfatizada por las autoridades, quienes instan a las víctimas a reportar incidentes de extorsión a través de la línea 165. Esta iniciativa busca mejorar el seguimiento de las amenazas y concentrar los esfuerzos policiales y judiciales para proteger a la población.
A lo largo del último año, acciones sostenidas contra la extorsión en Bogotá han llevado a la captura de más de 43 individuos involucrados en estas redes de crimen organizado. Los operativos han incluido allanamientos a centros penitenciarios, incautación de dispositivos de comunicación y armamento, así como el rescate de vehículos y celulares robados. Estos esfuerzos han tenido un impacto notable especialmente en los barrios Kennedy, Puente Aranda, Suba y Barrios Unidos, señalados como los más afectados por este tipo de delincuencia.
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