El Gobierno Nacional, bajo la administración de Gustavo Petro, ha dado a conocer un ambicioso proyecto que podría redefinir el horizonte de la movilidad entre Bogotá y Soacha. Esta iniciativa, centrada en el soterramiento de la Autopista Sur, promete no solo aliviar el tráfico intenso, sino también fomentar un cambio significativo en la infraestructura de transporte hacia una dirección más moderna y sostenible.
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Con un coste previsto de $10 billones, el proyecto marca un avance significativo al haber completado la fase de estudios de prefactibilidad. Según Martha Coronado, quien lidera la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (UPIT), estos estudios han sido ya presentados a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), lo que señala el inicio hacia la próxima etapa: los estudios de factibilidad y, eventualmente, la construcción.
El diseño del megaproyecto incluye un bitúnel con dos carriles por sentido, que atravesará el sector de Cazucá en Soacha. Este túnel conectará los límites de Bogotá hasta el futuro Portal El Vínculo de TransMilenio, ubicado cerca del Embalse del Muña. Además del tránsito vehicular, este proyecto innovará el espacio público con áreas adecuadas para peatones y ciclistas, lo que apunta a una mejora integral en la calidad de vida y seguridad de los habitantes.
El concepto de soterrar la Autopista Sur no es una idea reciente. Ya en 2023, durante el mandato del entonces ministro de Transporte, Guillermo Reyes, el interés del presidente Petro por llevar a cabo este proyecto era evidente. Desde entonces, la UPIT ha trabajado en los estudios de prefactibilidad, culminados hacia finales de 2024. Ahora, el desafío recae en la actual ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, quien debe decidir sobre la continuación hacia los estudios de factibilidad.
Una parte crucial de este proceso será la evaluación de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), que examinará los posibles impactos ambientales del proyecto. Su aprobación será fundamental para proceder con la construcción, asegurando que la obra se desarrolle de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Las implicaciones para la movilidad urbana en Bogotá y Soacha son considerables. Un informe reciente destaca que los ciudadanos de Bogotá pierden hasta 42 días al año en congestiones de tráfico. Con esta perspectiva, el túnel no solo se considera una opción para aliviar el tráfico, sino también como un facilitador para integrar mejor el sistema de transporte masivo TransMilenio.
En un contexto más amplio, el soterramiento de la Autopista Sur representa una visión del futuro de la movilidad en el país. Este proyecto emblemático no solo pretende mejorar la conexión entre Bogotá y Soacha, sino también potenciar el acceso a nuevas oportunidades para los residentes. El proyecto podría servir como un modelo de cómo la infraestructura puede jugar un papel vital en el desarrollo urbano sostenible.
La aprobación de este megaproyecto se vislumbra como un potencial catalizador de cambio para la infraestructura vial en Colombia. Al combinar la necesidad de aliviar la congestión vehicular con el impulso hacia un modelo de movilidad más sostenible, el soterramiento de la Autopista Sur simboliza una estrategia integral que busca transformar la forma en que se mueve y vive en la región.
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