En un movimiento estratégico que podría significar una nueva era energética para Colombia, la gigante del petróleo Petrobras y otras compañías exploran la posibilidad de transformar al país en un exportador clave de gas natural. La empresa brasileña, en alianza con Ecopetrol, ha descubierto un yacimiento en el Caribe con reservas estimadas en 4 tetrapiés cúbicos de gas natural, una cifra que rebasa las reservas probadas actualmente en el país andino.
La idea de conformar un consorcio con otras empresas con reservas significativas en áreas cercanas es una visión compartida por multinacionales como Shell y Occidental Petroleum. Estas compañías estarían interesadas en desarrollar un 'hub' que sirva como centro de exportación del preciado combustible. La iniciativa propuesta por Jean Paul Prates, presidente de Petrobras, está respaldada por la voluntad de inversión reflejada en el Plan Estratégico para el periodo 2024-2028 del gigante brasileño, que contempla asignaciones por 102.000 millones de dólares.
Es de destacar que de ese total, 73.000 millones se han destinado a exploración y producción de petróleo y gas, mientras que 1.300 millones se reservarán para operaciones en el exterior, incluyendo las de Colombia. Aunque el Plan Estratégico no detalla específicamente la cifra que irá a Colombia, Prates aclara que la inversión está ligada al progreso de la reserva ya descubierta.
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El objetivo es claro: tras iniciar la producción, es vital encontrar cómo monetizar ese gas no solo para el mercado colombiano sino también más allá. Una solución es que empresas vecinas sumen esfuerzos para ofrecer gas natural y gas natural licuado, pensando en futuros planes de expansión.
Esta noticia llega tres años después de la inclusión del bloque Tayrona, donde se encuentra la reserva, en el plan de desinversiones durante la administración de Jair Bolsonaro (2019-2022). Sin embargo, con el cambio de gobierno en Brasil y el retorno de Lula da Silva, se revisaron los planes de venta de activos y Petrobras decidió mantener su rol como operador de dicho bloque, ubicado a 32 kilómetros de la costa norte colombiana, con planes de producción iniciando en 2026.
La decisión de Colombia de desarrollar sus reservas de gas en aguas marinas es una oportunidad que Petrobras no quiere dejar pasar, mirando a fortalecer las industrias de energía y petroquímica, al tiempo que reduce la importación de combustible. Este plan no parece estar en conflicto con la política del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha fomentado la transición energética y suspendió nuevas licencias de exploración petrolera, limitándose a proyectos ya concedidos. En este contexto, Petrobras no ha mostrado interés en la explotación de zonas como la región amazónica, donde el presidente Petro prefiere instaurar una zona de exclusión, destacando que la administración reconoce la necesidad de Colombia de continuar produciendo petróleo y gas.
El desarrollo de este consorcio no solo representa una oportunidad empresarial, sino una potencial transformación en el panorama energético de la región. Con una perspectiva a futuro y políticas de cooperación, el gas natural colombiano podría posicionarse en el mercado global como un jugador de peso.
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