En una reciente reunión celebrada en la Casa de Nariño se oficializó un convenio estratégico que busca ampliar la colaboración entre el Ejecutivo colombiano y la fundación sueca Ancla, centrado en el fortalecimiento de iniciativas sociales, educativas y de reconciliación. Durante el encuentro, el presidente Gustavo Petro y representantes del gobierno colombiano enfatizaron el compromiso de potenciar programas que contribuyan al bienestar de las comunidades en zonas vulnerables, aportando una perspectiva de desarrollo de largo plazo.
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La sesión contó con la presencia de importantes figuras tanto del sector público como de la organización internacional. Entre los asistentes se destacaron:
• Angie Rodríguez Fajardo, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre);
• Helena Stom, embajadora de Suecia;
• Rickard Lunnerdal, jefe de Misión adjunto de la embajada de Suecia;
• Börje Ingemar Erdtman, fundador de la Fundación Ancla;
• Anders Peter Hagström Rune, presidente de la fundación;
• y otros representantes destacados como Daniel Yttermalm Erling y César Gómez Manrique.
Este cruce de miras internacionales y gubernamentales refuerza la apuesta por la inversión en proyectos que generen un impacto sostenible en el ámbito social.

Uno de los ejes centrales de la reunión se orientó hacia la consolidación de la alianza con la Consejería Presidencial para la Reconciliación Nacional, que dará origen al proyecto “Semillas de reconciliación”. La iniciativa se plantea como un esfuerzo coordinado para promover la convivencia pacífica y fortalecer el tejido social entre los sectores más vulnerables. Entre las características principales del proyecto destacan:
• La participación de 650 estudiantes y sus familias;
• La intervención en seis instituciones educativas ubicadas en localidades como Sincelejo, San Marcos, San Benito Abad y El Caimito;
• La implementación de metodologías sicodeportivas, artísticas y talleres psicosociales; y
• Un enfoque integral en la resolución de conflictos y el fomento de espacios de acompañamiento familiar.
La inversión asignada a esta iniciativa refleja un compromiso compartido entre las partes involucradas. Según lo acordado, la Consejería Presidencial dedicará $999 millones, mientras que la Fundación Ancla aportará $428 millones. Estos recursos se destinarán a la implementación y seguimiento de las actividades, lo que permitirá generar intervenciones dirigidas a mejorar la convivencia y facilitar el desarrollo integral de los beneficiarios. Este modelo de colaboración apunta a sentar las bases de un trabajo conjunto que abarque distintas aristas del desarrollo social.
La trayectoria de la Fundación Ancla en Colombia es reconocida desde su establecimiento en 1996 por ciudadanos suecos, lo que evidencia una larga experiencia en la ejecución de proyectos en territorios de alta vulnerabilidad. Entre las acciones realizadas por la organización se encuentran:
• La construcción de más de 3.000 colegios en zonas como el Amazonas y La Guajira;
• La ejecución de iniciativas para fomentar el acceso a la educación en comunidades indígenas y rurales;
• La implementación de proyectos destinados a la construcción de paz y protección de los derechos humanos; y
• El desarrollo de programas orientados a la sostenibilidad ambiental en distintas regiones del país.
Desde su incorporación en Colombia, la labor de la Fundación Ancla ha abarcado diversas áreas geográficas, incluyendo territorios como Amazonas, La Guajira, Magdalena, Cesar y Antioquia. La organización ha contribuido a la creación de centros educativos, ha impulsado programas para prevenir el reclutamiento infantil y ha brindado espacios de formación y capacitación para poblaciones desfavorecidas, contribuyendo en la formación de ciudadanos comprometidos con la construcción de un país más inclusivo y equitativo.
Asimismo, la fundación se ha caracterizado por su capacidad para articular esfuerzos con el tejido social colombiano mediante alianzas estratégicas con otras entidades locales. Entre estas colaboraciones se encuentran organismos como la Fundación Entropika en Leticia y Medellín, la Fundación La Aljaba, JUCUM, Cielos Abiertos, la Fundación Kunna, Anclando Corazones y la Fundación Victoria Elena, entre otros. Esta red de cooperación permite ampliar el alcance de los programas y responder de manera integral a las necesidades de las comunidades.
La reunión también sirvió como escenario para la presentación de futuros proyectos y la exploración de nuevas estrategias de intervención. Anders Peter Hagström Rune, presidente de la Fundación Ancla, indicó que el intercambio de ideas permitió evidenciar no solo el trabajo realizado hasta la fecha, sino también el diseño de futuras líneas de acción que integren diversas áreas gubernamentales y sociales, fortaleciendo así la articulación entre los sectores público y privado en el ámbito del desarrollo social.
A partir de este acuerdo, se vislumbra una oportunidad para dinamizar la cooperación internacional en beneficio de los sectores más vulnerables de Colombia. La colaboración entre el Gobierno y la Fundación Ancla se configura como un mecanismo que posibilita la ejecución de iniciativas de gran alcance, orientadas a transformar variables educativas, sociales y de reconciliación. La coordinación de esfuerzos entre ambas partes representa un ejemplo de intervenciones estratégicas en pro del fortalecimiento del capital social y el desarrollo integral de las comunidades afectadas por conflictos y desigualdades históricas.
Este nuevo convenio constituye un hito relevante en el panorama de las políticas sociales y educativas del país, destacando la importancia de las alianzas estratégicas para enfrentar los retos cotidianos en áreas de alta vulnerabilidad. Con la puesta en marcha de proyectos como “Semillas de reconciliación”, se reafirma el compromiso de las instituciones involucradas por promover una convivencia más armónica y propiciar un entorno adecuado para el desarrollo de futuras generaciones.
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