La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha iniciado un proceso sancionatorio en respuesta a la tala de 45 árboles nativos en la quebrada Muchagua, ubicada en el municipio de San Juan de Rioseco. La intervención fue detectada durante una visita técnica realizada por el equipo de la Dirección Regional Magdalena Centro de la CAR, quienes observaron la afectación en un área aproximada de 1.71 hectáreas.
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Durante la inspección en el predio Buena Vista de la vereda Capira, se evidenció la extracción de 21,29 metros cúbicos de madera de especies nativas como arrayanes, chicalá, ocobos, nacederos, tuno, copey y guamos. Esta acción no solo afecta la flora local sino que también tiene repercusiones en el agua y la fauna, al generar pérdida de hábitat y comprometer la capacidad de regulación del ciclo hidrológico en la zona.
El Director Regional Magdalena Centro de la CAR, Juan Carlos Escobar, señaló que el caso ya se encuentra en el área jurídica de la entidad, donde se está adelantando el proceso sancionatorio contra los responsables. Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un programa de concientización con la comunidad local para resaltar la importancia de proteger y conservar los recursos naturales.
Escobar enfatizó la necesidad de contar con los permisos apropiados para cualquier intervención sobre el recurso flora, a fin de evitar sanciones y multas. La autoridad ambiental subraya que prácticas como la tala indiscriminada no solo tienen sanciones legales, sino que también desencadenan efectos negativos irreversibles en el medio ambiente.
En el contexto del Plan de Acción Cuatrienal (PAC), el director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, ha reiterado el compromiso de la corporación en fortalecer las acciones de vigilancia y control ambiental. Además, se busca incentivar procesos educativos y culturales que motiven a la ciudadanía a asumir un rol activo en la conservación de los recursos naturales.
Este enfoque complementario de sanción y educación pretende no solo castigar a los infractores, sino también construir una conciencia ambiental sólida dentro de la comunidad. La CAR espera que estas acciones conjuntas impulsen un cambio sostenible en la gestión y protección del entorno natural en la región.
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