La armonía de la naturaleza, la arquitectura pintoresca y la cultura vibrante presta a Cundinamarca un encanto inigualable. Siete de estos tesoro están localizados cerca a la capital, Bogotá, y son un testimonio del encanto mágico creado por la fusión de la tradición con una variedad de ofertas modernas.
Estos son conocidos como los ‘Pueblos Dorados’, y gracias al Instituto Departamental de Cultura y Turismo (Idecut), se han establecido como destinos seductores para tanto visitantes locales como internacionales en Cundinamarca. En palabras de Luisa Fernanda Aguirre, gerente de Idecut, el objetivo es “Crear una red de promoción turística con la comunidad cundinamarquesa, de tal manera que la cadena de valor se beneficie, y que el turismo sostenible sea tangible en cada territorio, contando con proveedores que protejan la cultura, historia e idiosincrasia local. Desde Idecut, apoyamos este canal que asegura un turismo comunitario sostenible”.
Sesquilé, Tena, Tabio, Nemocón, Guatavita, Sopó y el corregimiento de Puerto Bogotá, en Guaduas, son parte de los “Pueblos Dorados”. Estos lugares, gracias a la colaboración entre los municipios y los protagonistas de la industria turística, han diseñado una propuesta que destaca sus atracciones y los posiciona como destinos fascinantes para visitar, explorar y disfrutar.
El encanto de los 'Pueblos Dorados' yace en sus atractivos espacios, parques y calles, las manifestaciones de arte y cultura, su gastronomía y artesanías. Además, los visitantes pueden admirar una arquitectura singular, envuelta por paisajes naturales como en Guatavita, donde la señalización brinda información sobre las especies presentes a lo largo del sendero que conecta el centro histórico con el embalse del Tominé.
El Agroparque Sabio Mutis, una reserva natural y sitio académico, es otro tesoro excepcional que se ha convertido en la principal atracción de Tena y sus municipios vecinos, al igual que la 'Ruta del río y el encanto natural'. Este jardín botánico y santuario de flora y fauna de 38 hectáreas cuenta con 30 estaciones temáticas que incluyen el museo de la radio, la casa del chocolate, la molienda, el alambique y el museo arqueológico Nueva Esperanza, hogar de más de 3.000 piezas.
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Una visita a estos municipios ofrece la oportunidad de caminar por calles adornadas con fachadas originales y tomarse fotos junto a murales y jardines llamativos, como en Sopó, donde las calles que bordean el parque principal muestran características arquitectónicas únicas.
Experimentar la alegría y conocer la idiosincrasia de los habitantes de estas siete poblaciones, expresadas en su talento artístico, festividades, artesanías y una atención esmerada al visitante, es una experiencia inolvidable. Esto se refleja en eventos como la ‘Ruta cultural Tabio: su arte, su esencia, ‘pueblo dorado una experiencia’, en el que 50 artistas locales toman las calles y llenan de color y alegría este municipio.
Finalmente, la cocina tradicional y gourmet le da un distintivo a los 'Pueblos Dorados' con la variedad de sabores en sus panaderías, postres y platos ofrecidos por los operadores turísticos, brindando así una cálida y familiar experiencia culinaria.
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