Se trata de un hombre cuya identidad y otros aspectos relacionados con su identidad y sitio donde habitaba, aún no han sido suministrados por las autoridades. A esta hora (6 p.m.), en Quetame, Cundinamarca, se cumplen los procedimientos legales a manos de los organismos correspondientes.
De la novedad su supo mediante reporte del coordinador de Bomberos Cundinamarca, capitán Álvaro farfán. Suministró la información luego de confirmar el rescate de la víctima número 29 de la tragedia más delicada de los últimos tiempos en el centro del país.
Los despojos mortales de la nueva víctima fueron ubicados en un punto del río Guayuriba, “específicamente en el sector La Reforma”, zona limítrofe de los departamentos de Cundinamarca y el Meta.
El desastre comenzó entre la noche del lunes 17 y madrugada del martes (17 y 18 de julio) luego de fuertes aguaceros en la parte alta de las montañas que rodean amplio sector al oriente del departamento.
Se desata el desastre en Quetame
Se presentó un deslizamiento de tierra que represó las aguas del río Negro. Luego, una vez cedió el estanque natural, comenzó la debacle. Una inmensa columna de agua, barro, desechos vegetales y roca corrieron falda abajo destruyendo todo a su paso.
Arrasaron viviendas, cultivos, estructuras especiales y cuanto encontró a su paso. Lo peor ocurrió a la altura del peaje Naranjal y el centro poblado ubicado a lado y lado de la Autopista al Llano en ese punto.
Esa misma noche, la avalancha se llevó una parte del puente de doble sentido ubicado en el lugar. Horas después completó la destrucción del viaducto.
Con ello quedó interrumpido el paso de vehículos entre Bogotá y Villavicencio. Simultáneamente seguía adelante lo más penoso: el rescate de las víctimas.
En primera jornada las autoridades dieron cuenta de la desaparición de 28 personas y el hallazgo de seis cadáveres. Más tarde y con el paso de las horas, las estadísticas fueron aumentando.
Un primer reporte positivo, en medio de la tragedia, daba cuenta de la ubicación y rescate de 15 personas, entre niños y adultos, alcanzados por la furiosa corriente de escombros. Todos ellos fueron enviados a centros hospitalarios del Cáqueza y Villavicencio.
Las penosas tareas comprometieron esfuerzos de las unidades de bomberos en Cundinamarca. También de la Cruz Roja, Defensa Civil, Policía y Ejército. Dentro de los socorristas, igual, desfilaron importante número de voluntarios, la mayoría de ellos familiares de las personas que no aparecían.
Primera lista de desaparecidos
En la primera relación acopiada por las autoridades figuraban niños, jóvenes y adultos. Fueron presentados los nombres de Martha Cuellar, Henry Cuellar, Marina Vargas, Daniel Pabón, Pedro Pabón, Eva Neira, Luisa Ramos, Yurleydi Pabón y Antonio Rojas.
En el mismo listado de desaparecidos figuran Yeimi Infante, Peter Alejandro Romero, Fermín Viracachá, Omar Viracachá y Carolina Bustos.
Para este viernes (28 de julio) las autoridades siguieron avanzando en la corrección de los daños de la avalancha. Seguía la instalación de un puente metálico y la limpieza de los escombros en buena parte de la doble calzada.
También avanzaron en la entrega de ayudas y la definición de planes para atender y reubicar a los afectados. Las tareas continuarán a lo largo de los próximos días.
La Gobernación de Cundinamarca comprometió importantes esfuerzos en busca de cubrir las necesidades urgentes de quienes resultaron golpeados por ese desastre. En primera instancia se dieron a la tarea de buscar un punto de albergue provisional.
Algunos de los afectados fueron alojados en concentraciones improvisadas mientras se buscan alternativas definitivas.
