En un giro significativo para el futuro de la salud en Colombia, el gobierno Nacional ha conseguido un paso adelante con la aprobación de cláusulas claves en la reforma sanitaria. Durante la continuación del segundo debate sobre dicha reforma, celebrado el 28 de noviembre, se puso en evidencia la determinación de la Cámara de Representantes de evitar más postergaciones en la discusión del proyecto que promete transformar el sistema de salud del país.
La aprobación en cuestión se refiere a la nueva modalidad de pago a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), donde el Estado, mediante la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), será el encargado de realizar los pagos directamente. De acuerdo con los declarado por Félix León Martínez, director de la entidad, este mecanismo será similar al empleado en Corea del Sur, donde existe un pagador único para los proveedores de servicios de salud privados. Él enfatizó que la Adres servirá fundamentalmente como un ente pagador sin asumir labores de auditoría financiera.
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Aunque este avance representa un punto a favor de la eficiencia en los pagos, no todos los congresistas comparten el optimismo del Gobierno. Algunos han expresado su preocupación por la capacidad administrativa de la Adres para asumir su nuevo rol. La representante a la Cámara Katherine Miranda, a través de su cuenta en la red social X, argumentó que para afrontar la tarea fiscalizadora, Adres requeriría incrementar su plantilla laboral de 600 a aproximadamente 20,000 funcionarios, implicando un costo anual de alrededor de 2 billones de pesos, una suma que no está contemplada en el presupuesto aprobado para 2024.
Frente a las críticas y advertencias de un posible perjuicio para las IPS, el presidente de la República, Gustavo Petro, defendió la medida destacando su intención de agilizar los pagos a las clínicas y hospitales, eliminando intermediarios que, según su punto de vista, conducen a la malversación de fondos públicos destinados a la salud.
El reinicio del debate estuvo marcado por la tensión, al punto de que la bancada de la Alianza Verde decidió abandonar el recinto tras la presentación de una recusación en contra de sus representantes. Este acontecimiento reflejó la complejidad del proceso y la diversidad de opiniones entre los legisladores.
La jornada, que comenzó con cierto retraso a las 4:00 p.m., retomó su curso después de una pausa forzada. Está claro que las deliberaciones en torno a la reforma del sistema de salud están lejos de concluir y prometen ser un tema de debate continuo en la esfera pública y política de Colombia.
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