En un movido inicio de discusiones sobre la reforma laboral, el miércoles 2 de octubre de 2024, la Cámara de Representantes vivió una jornada intensa que incluyó debates sobre la eliminación de ciertos artículos y críticas al proceso de votación por bloques. Este procedimiento buscaba segmentar la discusión, permitiendo un análisis más detallado de cada tema. Tras un exhaustivo debate, se aprobó un paquete de ocho artículos que refuerzan los derechos laborales en Colombia.
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Uno de los artículos destacados es el artículo 13, que redefine los horarios laborales diurno y nocturno. La aprobación de este cambio significa que el recargo nocturno comenzará a aplicarse a partir de las 7 de la noche, en lugar de las 10 p.m. como ocurría desde hace 28 años. Gloria Inés Ramírez, la ministra de Trabajo, defendió esta modificación subrayando su impacto positivo para aproximadamente 1,38 millones de trabajadores nocturnos. Según Ramírez, “Colombia no es un país estacional”, lo que justifica iniciar la noche a las 7 p.m., haciendo un llamado a la justicia laboral y la protección de los trabajadores.
Desde una perspectiva económica, la ministra aseguró que la medida no supondrá una carga insostenible para las empresas. Destacó que las microempresas cuentan con protecciones específicas en la normativa vigente y acceden a incentivos que facilitan su adaptación. Con un incremento del 35% en el pago por horas nocturnas, el sector laboral podría experimentar beneficios significativos, sin poner en riesgo la estabilidad de las empresas.
Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), elogió el avance, considerándolo un logro significativo en la lucha por los derechos de los trabajadores. Según Arias, esta medida representa la recuperación de un importante beneficio que impactará positivamente a quienes laboran en horario nocturno.
La jornada también fue testigo de la aprobación de los artículos 53 al 59, introduciendo cambios en las modalidades de trabajo como el teletrabajo, trabajo híbrido y transnacional. El artículo 56, en particular, amplía las definiciones de estas modalidades, permitiendo más flexibilidad al permitir que las labores se realicen desde distintos lugares, incluido el hogar del trabajador.
En el contexto de estos cambios, el artículo 57 establece un auxilio de conectividad para teletrabajadores con ingresos inferiores a dos salarios mínimos. Este auxilio busca cubrir los costos de internet y otras herramientas de comunicación, reemplazando el tradicional auxilio de transporte y adaptándose a las necesidades del trabajo remoto.
Ramírez calificó la jornada como exitosa, destacando el avance en la aprobación de figuras como los trabajos verdes y azules, esenciales para la transición energética del país. Asimismo, se abordaron garantías para procesos de automatización y reconversión laboral, temas cruciales para el futuro del trabajo en Colombia.
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