El trayecto que une a Zipaquirá con Chiquinquirá es uno de los corredores viales más emblemáticos de la región, conocido por ser parte de la Ruta de los Comuneros, y hoy, este camino está experimentando una profunda transformación. El Instituto Nacional de Vías, Invías, ha confirmado que la serie de proyectos encaminados a renovar y mejorar el corredor vial Zipaquirá – Ubaté – Chiquinquirá presenta un progreso del 34,01%.
Este progreso representa un significativo avance en el ambicioso plan que pretende revolucionar la movilidad entre Cundinamarca y Boyacá. Con una dotación económica de $557.368 millones, lo que se está materializando es algo más que simple mantenimiento: los trabajos incluyen la adición de una segunda calzada en 34 kilómetros del trecho Zipaquirá – Ubaté y en 7,2 kilómetros de la variante de Zipaquirá. Además de la expansión, el proyecto enfatiza en la necesidad de un mantenimiento exhaustivo de 94 kilómetros de vía.
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Detrás de las cifras, se esbozan detalles técnicos prometedores: en la variante de Zipaquirá, de los 7,2 kilómetros programados para mejoras, ya se han trabajado 6,65 km, y de estos, 6,60 km lucen ya su nuevo asfalto. Este es un salto cualitativo importante para la infraestructura del área.
En respuesta a los retos que presentó la naturaleza, el contratista de obra tomó cartas en el asunto tras una emergencia en enero en el conocido "cerro picacho 1". Ahora, gracias a las obras de mitigación en el "cerro picacho 2", el paso por estos puntos críticos se considera seguro y garantiza la fluidez vehicular en la zona.
El mantenimiento proactivo se extiende desde Ubaté a Chiquinquirá, enfocándose en tramos reconocidos por su criticidad, como son los kilómetros 3, 16, 17, 19, 90 y 30. A esto se suma una reciente campaña de reparación de huecos en sectores como Nuevo Fúquene.
Las obras de mejora continuarán durante toda la duración del contrato vigente, mostrando un ejemplo de gestión pública enfocada en el desarrollo y bienestar de los usuarios. La Ruta de Los Comuneros, por tanto, se proyecta no sólo como una arteria vial sino como un proyecto de gestión predial, social y ambiental sostenible, que promete conectar efectivamente dos departamentos de suma importancia para el país, fortaleciendo su vínculo hasta 2030.
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