Acercando la administración a la ciudadanía, el gobierno de Cundinamarca, liderado por Jorge Rey, ha dado pasos firmes en la construcción colectiva de su Plan Departamental de Desarrollo (PDD). Este esfuerzo se ha materializado en series de asambleas comunitarias que apuntan a remodelar la realidad a través de la participación activa de los propios cundinamarqueses. Asistiendo a estas reuniones, que ya acumulan un total de 21 sesiones, más de 20.000 residentes han tenido la oportunidad de expresar directamente sus preocupaciones y sugerencias para una amplia gama de temas vitales para su entorno.
Este modelo de gobernanza colaborativa se despliega a lo largo de las 89 municipalidades, donde se han abordado cuestiones de seguridad, ambiente, salud y desarrollo, entre otras áreas esenciales. Los encuentros han generado propuestas tangibles, que reflejan tanto las necesidades inmediatas como las visiones a largo plazo de los habitantes.
La Mesa 15, que se celebró en Topaipí, provincia de Rionegro, contó con la participación ciudadana de Villagómez, Paime y El Peñón. La atención se centró en temas críticos como el acceso a agua potable, el mantenimiento de caminos rurales y el cuidado primario de salud, al tiempo que se buscaba identificar y fomentar la vocación productiva local.
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En la reunión de la Mesa 16, en Pacho, por más de seis horas el gobernador Rey escuchó a representantes de municipios aledaños como La Palma, Supatá y La Peña, abordando asuntos de desarrollo productivo, tecnología aplicada al agroturismo, y la necesidad de una mayor integración regional que favorezca tanto la seguridad como la infraestructura básica.
La participación ciudadana no menguó en la reunión de La Mesa 17, donde se congregaron las voces de Tena, San Antonio del Tequendama, Cachipay, Anolaima y Quipile. El foco estuvo puesto en el desarrollo urbano y el turismo, así como en el fortalecimiento de la infraestructura regional y la gestión ambiental.
El gobernador Rey y su equipo no solamente escucharon, sino que también plasmaron cada una de las propuestas en documentos que servirán de base para el futuro PDD. Este compendio de aspiraciones locales se convierte en un mapa para el desarrollo sostenible y la promoción económica de una Cundinamarca moderna y bien planificada.
Durante la Mesa 18, se enfatizaron temas de conectividad y mantenimiento vial en Anapoima, Apulo, Viotá y El Colegio, así como iniciativas para mejorar los servicios de agua y la industria creativa rural. Mientras tanto, la Mesa 19 abordó la gestión de recursos hídricos y otros desafíos en Tocaima, Jerusalén, Guataquí, Beltrán y Nariño, destacando la importancia del agua como pilar de comunidad y desarrollo.
En la Mesa 20, Girardot, Nilo, Agua de Dios y Ricaurte pusieron sobre la mesa la preservación de la naturaleza y la mejora de la infraestructura turística. La seguridad y la atención en salud también aparecieron como puntos de preocupación primordial.
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