Ocurrió la noche de Halloween. La víctima acompañaba a su hija de tres años a pedir dulces, cuando uno de los homicidas le propinó un disparo en la cabeza.
Con los presuntos homicidas dieron las autoridades mediante rápido y efectivo trabajo de inteligencia asumidos minutos después del sangriento ataque ocurrido a las 7 y 30 de la tarde del pasado martes 31 de octubre en Soacha, Cundinamarca. La víctima fue identificada como Jefferson Alexander González de 29 años.
Fue un trabajo “impecable”. Sin pérdida de tiempo y como dictan los protocolos para esta clase de investigaciones criminales, agentes especiales de la Policía siguieron el camino adecuado.
Acudieron a las cámaras de seguridad del lugar de los hechos. Ahí recogieron las primeras pistas. Identificaron al autor material del asesinato y luego le siguieron los pasos a través de los mismos sistemas de video.
Ubicación de los sospechosos
Observaron cuando, a corta distancia, lo recogió la moto de color negro para emprender la huida, desde el barrio Ciudad de Quito, hacia el centro de Soacha.
La red de televisión de circuito se constituyó en la herramienta efectiva. En algunos tramos los perdieron de vista pero, luego, revisando diferentes sectores, lograron detectarlos nuevamente hasta cuando, finalmente, no volvieron a aparecer. Se dieron cuenta que podrían haberse escondido en algún lugar dentro de un área de cinco o seis cuadras a la redonda de esa zona, el barrio Ciudad Latina
De inmediato y con imágenes de la moto y sus ocupantes, indagaron en el vecindario. Fue así como ubicaron el lugar donde se escondían los posibles criminales y los nombres de quienes habrían protagonizado el crimen.
Buscaron en los archivos policiales; hallaron sus antecedentes. Una vez estuvieron seguros de que allí se escondían los sospechosos, tramitaron los permisos legales para proceder con los allanamientos. Las autoridades buscaron en dos viviendas.
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Así, 24 horas después del sangriento suceso, habían detenido a los posibles asesinos. En esos mismos lugares encontraron la moto vista en el sitio del crimen y en la que huyeron los dos sicarios. También un arma de fuego.
Con todas esas pruebas, los dos primeros sospechosos fueron detenidos. En desarrollo de las indagatorias establecieron que una tercera persona se hallaba involucrada; era quien, presuntamente, había planeado el homicidio; el autor intelectual.
Avanzando en las pesquisas supieron que el homicidio podría obedecer a un problema sentimental, pasional, motivo mezclado con la intención de robar el vehículo de carga con el cual laboraba el occiso. Parece ser que el propósito final era escapar hacia Ecuador.
Reporte oficial
En su informe, la Fiscalía señaló que los indiciados fueron identificados como Nilson S. C., Luis A. E. y Carlos Enrique Ch. C. El primero de ellos habría sido la persona que accionó el arma de fuego. El segundo, sería el conductor de la moto en la cual escaparon de la escena del crimen. A su vez, el tercero habría sido el determinador del violento episodio.
Todos fueron acusados de “homicidio agravado; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o accesorios; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos; y falsedad marcaria”.
Conforme a los señalamientos de las mismas autoridades, la moto abrís sido robada y que, para facilitar su circulación, la habrían identificado con placas falsas. De momento las autoridades descartan la posibilidad de más implicados.
