La Fiscalía General de la Nación emite medida de aseguramiento en centro carcelario para cuatro integrantes de la organización ilegal "Barrio Chino", la cual se dedica al tráfico de estupefacientes en entornos educativos del municipio de Soacha en Cundinamarca. Las acciones irregulares de este grupo, dejarían ingresos diarios de 3 millones de pesos.
Fiscalía envía a prisión a banda criminal
En un golpe contundente a la organización 'Barrio Chino', se ha puesto al descubierto una presunta red de tráfico de drogas que operaba potencialmente en torno a las instituciones educativas de Soacha.
Las rentas diarias generadas a través de estas actividades podrían haber alcanzado una cifra de 3 millones de pesos.
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Presuntamente, los principales ejes de actividad del grupo ilegal se centraban en sitios puntuales, como el parque principal de Soacha y los barrios El Sol y El Carmen, además de las comunas 2 y 6 del mismo municipio.
Una evidencia proporcionada por un fiscal de la Seccional Cundinamarca, ha sido decisiva en el proceso judicial que investiga a cuatro supuestos miembros de esta organización criminal.
Destacan Jhon Alison Palacios Sánchez, alias Jhon, y su pareja Laura Katalina Avella Toro, alias Kata, considerados cabecillas del grupo. Adicionalmente, Elkin Alexis Rodríguez Mesa, alias El Mono y Harvey Martínez Cantor, alias Morocho, también fueron arrestados.
Microtráfico en Soacha
La Policía Nacional, en coordinación con la fiscalía, llevó a cabo la investigación que ha establecido la conexión de los procesados con el narcomenudeo en áreas cruciales de Soacha.
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A través de técnicas policiales estratégicas, se logró identificar que los presuntos miembros de la organización ilegal, aparentaban ser residentes locales en las áreas donde presuntamente operaban, facilitando así la comercialización de marihuana.
Videos de vigilancia proporcionaron información valiosa que ayudó a exponer posibles técnicas de ocultación empleadas por los procesados, usando contadores de luz y la red de alcantarillado cercana a escuelas públicas para esconder las drogas ilegales.
Durante la investigación, las autoridades también llevaron a cabo operaciones de registro y allanamiento que resultaron en importantes descubrimientos: múltiples dosis de marihuana y bazuco preparadas para la distribución, además de equipos para pesar y dosificar las sustancias ilegales.
La Fiscalía ha impuesto cargos a los detenidos en relación con sus respectivos roles en la organización. Se han alegado delitos como concierto para delinquir, y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes. Sin embargo, los cargos no han sido aceptados por los acusados.
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A solicitud de la Fiscalía, el juez encargado de garantías ha impuesto medidas de aseguramiento en un centro penitenciario a los investigados.
