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Cundinamarca: En Soacha comercializaban medicamentos fraudulentos

por: Omar Gamboa

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Las operaciones criminales  de la banda alcanzaban a Bogotá; Medellín e Itagüí en Antioquia; Cali,  Manizales, y Cúcuta. Adulteraban fármacos para tratamientos de alto riesgo.

Con la banda dieron efectivos de la Fiscalía General en desarrollo de tareas de seguimiento al grupo cuyas actividades alcanzaron dimensiones dramáticas dentro de la población en tratamiento.

Las acciones de las autoridades permitieron la incautación de cerca de 50 toneladas de medicamentos falsificados, adulterados o con fechas de vencimiento modificadas.

En total fueron puestos tras las rejas 13 presuntos integrantes de la organización al margen de la Ley, quienes se habrían especializado en reciclar insumos de alto costo  desechados en los centros hospitalarios del país. Posteriormente los comercializaban como si se trataran de productos originales.

Las tareas hicieron parte de un procedimiento dispuesto por la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos. Mediante esa intervención, fue posible detectar “un entramado criminal que ponía en riesgo la vida y la integridad de miles de pacientes que acudían al sistema de salud”. La mayoría de ellos requerían tratamientos para combatir dolencias de alto riesgo.

Grave atentado a la salud

La organización, señalada de alterar medicinas destinadas al tratamiento de enfermedades como el cáncer y la hemofilia, operaba a nivel nacional y fue desarticulada tras intensas investigaciones.

El grave procedimiento fue puesto al descubierto en acción que demandó “juiciosas” labores  investigativas de agentes especializados. Contaron con la estrecha colaboración de grupos médicos e, incluso, de los mismos productores y laboratorios originales.

Los implicados fueron sorprendidos reciclando residuos hospitalarios, productos vencidos o descompuestos. Extraían sustancias de jeringas, envases y otras presentaciones, para luego mezclarlas indiscriminadamente o diluirlas con agua destilada, harina y saborizantes. Finalmente, los productos falsos eran presentados como auténticos, con nuevas cajas, registros, sellos y otras características.

Según la Fiscalía, la banda delicuencial obtenía insumos tóxicos en diversos centros asistenciales del país.  Los medicamentos fraudulentos eran comercializados en droguerías e Institutos Prestadores de Salud (IPS) ubicados en Soacha (Cundinamarca), Bogotá, Medellín, Itagüí (Antioquia), Cali (Valle del Cauca), Manizales (Caldas) y Cúcuta (Norte de Santander).

Operativos de captura y decomiso

Encoordinación con el CTI, el Ejército Nacional y peritos especializados, llevaron a cabo 19 diligencias de registro y allanamiento en esas ciudades. Con ello alcanzaron las pruebas suficientes que comprobarían la actividad ilícita.

De acuerdo a los detectives, en efecto, los hoy acusados se dedicaban al mercadeo de medicinas adulteradas, falsificadas o vencidas pero recicladas.  Durante los procedimientos, se capturaron 13 personas vinculadas a la estructura ilegal, y se incautaron 45 toneladas de medicamentos fraudulentos, insumos y otros elementos utilizados en la falsificación.

Entre los elementos confiscados se encontraron cerca de 8.000 distintos productos farmacéuticos falsos, abarcando desde analgésicos hasta tratamientos oncológicos y para el trasplante de órganos.

Además, se descubrió un laboratorio de litografía con equipos industriales para fabricar cajas, logos, sellos y brillos de seguridad. Llamó la atención el hallazgo de residuos hospitalarios con muestras de sangre y gusanos, presuntamente destinados a ser reutilizados.

La Fiscalía le imputó varios delitos a los detenidos, entre ellos concierto para delinquir agravado, corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico e imitación o simulación de alimentos.

Igual, por falsificación de productos o sustancias para el uso humano, enajenación ilegal de medicamentos y usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales. Ocho de los procesados aceptaron los cargos.

Entre los implicados se encuentran Elmer Fabio C. H., señalado de comprar desechos hospitalarios y Fabricio Alirio Ch. M., falsificador de medicamentos.

También aprehendieron a María Alejandra Ch. U., Francisco Javier M. C., Juan Carlos G. A., Francisco Javier N. S. y su hermano, José Darío. Lo mismo sucedió con Álvaro O. C., Carlos Horacio G. O., María Carmelina A. M,, Cipriano O. R, y Milcíades B. S. Cada uno de ellos  desempeñaban diferente role especiaes en la cadena criminal.

Por decisión de los jueces de control de garantías, Fabricio Alirio Ch. M, y Cipriano O. R, fueron enviados a un centro carcelario, mientras que los demás deberán permanecer privados de la libertad en sus lugares de residencia.