El municipio de Soacha, ubicado en la periferia de Bogotá, se encuentra en el umbral de una transformación significativa en su sistema de transporte. La Gobernación de Cundinamarca ha dado luz verde para iniciar el proceso de licitación que seleccionará a la empresa encargada de realizar los estudios de consultoría para el ambicioso proyecto del Cable Aéreo de Soacha.
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Este innovador sistema de transporte promete no solo mejorar la conectividad entre Soacha y Bogotá, sino también impulsar el desarrollo urbano de la región. Con una extensión proyectada de 3,2 kilómetros, el Cable Aéreo de Soacha se perfila como una solución sostenible y eficiente para atender la creciente demanda de movilidad en la zona.
La AFD desempeña un papel crucial en este proyecto, liderando el proceso de licitación y aportando 800.000 euros para financiar los estudios necesarios. Además, brinda apoyo técnico esencial para el desarrollo del proyecto.
El proceso de implementación del Cable Aéreo de Soacha se dividirá en varias etapas clave:
1. Estudios de prefactibilidad (6 meses)
2. Fase de factibilidad (análisis técnicos y socioambientales)
3. Licitación para la construcción
Se espera que para finales de 2025 estén completados todos los estudios, permitiendo avanzar hacia la fase de construcción.
Una vez operativo, el Cable Aéreo de Soacha superará en un 17% la capacidad actual del TransMiCable en Ciudad Bolívar, beneficiando a más de 30.000 pasajeros diarios. Este sistema conectará el TransMilenio con las comunas 4 y 6 de Soacha, reduciendo significativamente los tiempos de desplazamiento para miles de ciudadanos.
La implementación de este proyecto no solo busca mejorar la movilidad, sino también fomentar un desarrollo urbano más integrado y sostenible en Soacha. La colaboración entre entidades locales, nacionales e internacionales demuestra el compromiso conjunto por mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
El Cable Aéreo de Soacha representa un paso adelante en la modernización del transporte público en Colombia, siguiendo el exitoso modelo del TransMiCable en Bogotá. Este tipo de sistemas no solo ofrecen una alternativa de movilidad eficiente, sino que también contribuyen a la reducción de la huella de carbono en las áreas urbanas.
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