La comunidad de Ubaté, Cundinamarca, enfrenta un momento de consternación por la muerte de 13 niños en el hospital El Salvador. Los incidentes han motivado a los padres y madres de los menores a exigir explicaciones, a causa de una posible negligencia en la atención medica de los infantes.
¿Qué sucede en el hospital de Ubaté?
Un plantón frente al Ministerio de Salud, reclamando a la Fiscalía General de la Nación y a las autoridades de salud un avance en la investigación que dilucide las causas detrás de estas sucesos. Los padres de los niños fallecidos buscan respuestas que hasta ahora han sido esquivas.
Los familiares mantienen la posición de que la atención médica brindada en el hospital El Salvador fue deficiente, un punto crítico en el debate sobre la calidad de la atención en salud en la provincia de Ubaté.
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Rosa Rodríguez, veedora social, se ha convertido en portavoz al resaltar la necesidad de infraestructura hospitalaria adecuada en la región, especialmente dado el riesgo constante en el que se encuentran los 15 mil trabajadores de las 1060 minas activas.
La veedora Rodríguez apuntó en una entrevista a Noticias Caracol, la urgencia de un hospital de tercer nivel en Ubaté, subrayando la importancia de que la Fiscalía avance en las investigaciones de los casos de los menores, algunos de los cuales llevan hasta tres años sin respuestas claras.
Entre los casos, destaca el fallecimiento perinatal por asfixia debido a la ausencia de profesionales en el momento crítico del parto.
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La desesperación de los padres ante la falta de profesionalismo y atención se refleja en sus peticiones de que el financiamiento del hospital redunde en beneficio de la comunidad y no que sea mal gestionado.
La crisis ha puesto bajo la lupa la gestión hospitalaria y ha dejado al descubierto las deficiencias en la supervisión de los servicios médicos en la región.
Las declaraciones de Jaime Torres Suárez, alcalde de Ubaté, a Séptimo Día evidencian una desconexión entre la administración local y la realidad de los afectados, a pesar de que la Constitución colombiana estipula que es deber de la Alcaldía velar por la salud de los ciudadanos.
Por su parte, la personera de Ubaté, Carolina Plazas, afirmó conocer solo un caso y justificó la falta de seguimiento a los incidentes por la dificultad de aproximación en momentos de duelo.
Mientras la Superintendencia de Salud investiga a la institución y su gerente, Aixa Jovana Cifuentes, sin resultados concluyentes hasta el momento, los padres manifiestan un perdón que no mitiga el dolor que persiste.
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El llamado a la justicia y a la transparencia en la investigación resuena fuerte, uniendo a la comunidad en solidaridad y apoyo hacia las familias.
Con la esperanza de medidas concretas que aseguren el bienestar de los jóvenes habitantes de Ubaté, el caso continua abierto, manteniendo a la espera de respuestas y la promesa de que situaciones similares no vuelvan a ocurrir.