La Universidad de Cundinamarca se encuentra en una encrucijada financiera que podría afectar el futuro académico de más de mil estudiantes nuevos. La institución ha hecho un llamado urgente al gobernador Jorge Emilio Rey Ángel para renovar un convenio que asegure la gratuidad en matrículas para aquellos que cumplen con los requisitos pero quedaron fuera de la proyección inicial de recursos.
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El panorama actual revela una brecha significativa entre la cobertura estimada y la realidad presupuestaria. Según el oficio 2024-EE-350606 del 12 de diciembre de 2024, se proyectó una cobertura de 11.819 estudiantes con un valor per cápita de $1.138.837, totalizando $13.459.910.404. Sin embargo, los cálculos de la universidad indican que solo es posible cubrir a:
- 9.573 estudiantes antiguos
- 482 estudiantes nuevos
Esta situación deja en vilo a 1.224 estudiantes nuevos de diversos programas académicos, quienes no tendrían acceso al beneficio de gratuidad.
La comunidad estudiantil no ha permanecido pasiva ante esta problemática. Los admitidos para primer semestre que cumplen con los requisitos pero no fueron beneficiados han emprendido acciones legales y administrativas:
- Radicación de derechos de petición
- Presentación de tutelas
- Acercamientos directos a las instalaciones universitarias junto con sus padres
Estas acciones buscan obtener explicaciones sobre la falta de cobertura del beneficio y encontrar soluciones a su situación.
La Universidad de Cundinamarca, consciente de la gravedad del asunto, no se ha limitado a solicitar ayuda al gobierno departamental. También ha elevado gestiones ante altas instancias del gobierno nacional, incluyendo:
- El presidente de la República, Gustavo Petro
- El ministro de Educación, José Daniel Rojas
- La Asamblea de Cundinamarca
- La Secretaría General del Senado
El objetivo de estas gestiones es exponer cómo esta situación podría comprometer el cumplimiento de la meta de cobertura de gratuidad propuesta por el Ministerio de Educación.
La preocupación se extiende más allá de las aulas universitarias. La posible falta de recursos no solo afectaría la educación de miles de jóvenes cundinamarqueses, sino que también pondría en riesgo el acceso a la formación superior gratuita para un segmento significativo de la población estudiantil.
En este contexto, la Universidad de Cundinamarca insiste en la necesidad de garantizar oportunamente los recursos necesarios. Esta acción permitiría que los estudiantes afectados puedan continuar sus estudios sin interrupciones, alineándose así con los objetivos de cobertura educativa establecidos a nivel nacional.
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