En las últimas semanas la vía que comunica a los departamentos de Cundinamarca y Meta a sufrido cierres continuos sin previo aviso, a causa de factores difíciles de prever tales como: caída de rocas, deslizamientos de tierra, inundaciones y protestas. Sin embargo, el Ministerio de Transporte junto con la ANI han establecido nuevas estrategias y horarios para la transitabilidad de los vehículos.
El tránsito en la vía al Llano
El Ministerio de Transporte ha aprobado una estrategia paso a paso para el retorno de los vehículos al corredor vial al Llano. Esta semana, se inició la circulación del transporte de pasajeros y vehículos privados, con algunas restricciones.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ofrece detalles de este proceso en tres fases que se está llevando a cabo.
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La primera fase, que se activó la semana anterior, permitió la circulación de transporte de carga con un máximo de 52 toneladas de peso. Durante esta semana se esta llevando a cabo la evolución de las fases dos y tres, las cuales han permitido la incorporación de vehículos de pasajeros y particulares.
Los lineamientos de la ANI para reiniciar las operaciones completas del corredor vial son claros, con una restricción significativa de que solo se permitirá el tránsito durante ciertos horarios, excluyéndose la circulación nocturna por seguridad.
Esto se hace para minimizar la posibilidad de futuros deslizamientos en ciertos sectores de la carretera.
Horarios de apertura
La apertura de la vía Bogotá – Villavicencio comenzará a las 3:00 a.m., y el último vehículo podrá ingresar a las 2:00 p.m. en el sector del UVAL (K00+000).
Por otro lado, la carretera Villavicencio – Bogotá permitirá su uso a partir de las 5:00 a.m., con el cierre programado para el último vehículo a las 4:00 p.m. en el punto K82+300 (CAI - BUENAVISTA).
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La ANI ha establecido una serie de factores los cuales podrían dar lugar a un cierre inmediato de la vía sin previa notificación.
Estos incluyen lluvia intensa, sismos (escala 3 en adelante), desprendimiento de materiales, deslizamientos, inundaciones repentinas y/o flujo de lodo sobre el cauce del río Negro, afectación estructural, combinación de dos o más de los factores antes mencionados.
