Por ahora nada se sabe sobre persecución a sus proveedores. Distribuían alucinógenos en algunas zonas y poblaciones de la Provincia del Tequendama. Utilizaban menores de edad para limitar la acción de las autoridades.
La acción contra la venta de estupefacientes fue desarrollada por la Policía Cundinamarca en trabajo conjunto con la Fiscalía. Emprendieron la persecución luego de recibir información de las comunidades sobre las actividades sospechosas de algunos de los indiciados.
El trabajo investigativo comenzó hacia octubre del año pasado, una vez pudieron encontrar indicios de que, en realidad, podrían existir actividades ilegales relacionadas con la venta de alucinógenos.
Primero, ubicaron a algunos de los sospechosos e inmediatamente emprendieron tareas de inteligencia y seguimiento con el propósito de conocer la estructura de la organización.
Acopio de información
Desde luego, el mismo procedimiento policial pretendía identificar a todos y cada uno de los integrantes de la bandola, como también el modelo de negocio y forma de distribución.
Fue así, en tareas adelantadas junto a la Fiscalía, como las autoridades fueron recaudando datos y pruebas con miras a acusar y judicializar a los posibles implicados.
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Los sabuesos lograron conocer los puntos desde los cuales se manejaba el negocio, los centros de almacenamiento de la mercancía ilegal, como también las zonas y maneras de distribución. Se dieron cuenta que la banda prefería utilizar a menores de edad con en aparente propósito de evitar una acción efectiva de las autoridades.
El trabajo investigativo
Se trató de un operativo especial diseñado con el propósito de eliminar el mercado de alucinógenos, uno de los principales orígenes de buena parte de los delitos en el país. Los detalles fueron dados conocer por el comandante (e) de la Policía Cundinamarca, coronel Javier Mauricio Castellanos Ruiz.
La estrategia fue denominada "Relámpago", dirigida por la Policía Nacional en coordinación con la Fiscalía General de la Nación. Con ella lograron desarticular Grupo Delincuencial conocido como "Los Biuta".
Se dedicaban al tráfico y comercialización de estupefacientes en el municipio de Viotá y la región del Tequendama, en el Departamento de Cundinamarca, Colombia.
Luego de diez meses de investigaciones y recopilación de pruebas, encontraron el momento adecuado para dar un paso más en el trabajo. Programaron y realizaron tres diligencias de allanamiento que permitieron la captura de nueve miembros del grupo delictivo.
Ocho de ellos fueron detenidos por orden judicial, mientras que el noveno fue capturado en flagrancia. Estas personas enfrentan cargos por delitos graves como concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y, aún más alarmante, el uso de menores para cometer actos delictivos.
Métodos delictivos
El líder de esta peligrosa organización criminal es conocido bajo el alias de "Esteban". Se encargaba de asignar roles específicos a sus cómplices para la distribución de drogas. Utilizaban modalidades como el menudeo y el servicio de entrega a domicilio, conocido como "domicilio express".
Además, empleaban un hotel en el municipio de Viotá como punto de acopio y distribución del estupefaciente, generando ingresos criminales que ascendían a la impactante cifra de 20 millones de pesos mensuales.
Este exitoso operativo fue posible gracias a la participación de agentes encubiertos, entrevistas a testigos, interceptación de comunicaciones y análisis de un álbum fotográfico. Todo ello proporcionó las evidencias necesarias para llevar a cabo la judicialización de cada uno de los involucrados en este grupo criminal.
Tras el operativo, calificado como exitoso por la Policía, las autoridades formularon llamados a las comunidades a fin de que suministren información que les permita actuar con efectividad frente al hampa.
Pidieron suministrar información sobre toda clase de eventos al margen de la Ley, particularmente si se trata de narcotráfico, robos, asaltos, fleteo o sicariato.
Todo ello puede ser reportado a la línea única de emergencia 123, o al CAI más cercano al punto donde se desarrollan hechos ilegales.