45 años permanecerá tras las rejas. “… el único motivo del crimen fue hacer sufrir a su expareja”, según alegó la Fiscalía en argumentos acogidos por la justicia colombiana.
El Juez Penal del Circuito de Melgar, Tolima, ordenó poner tras las rejas a Gabriel Enrique González, por el asesinato de su hijo de cinco años, Gabriel Esteban, ocurrido el 3 de octubre pasado.
“Se trata de una sentencia ejemplar en Colombia donde se prueba la violencia vicaria, pues el único motivo del crimen fue hacer sufrir a su expareja”, observó la Fiscalía al conocer la sentencia.
El niño murió por “asfixia mecánica”, según confirmaron las autoridades a quienes les correspondió asumir el caso que conmovió al país por los elementos que rodearon el atroz crimen.
Pena sin antecedentes
“Esta es una sentencia hito en Colombia porque es la primera vez que se logra probar que el homicidio de un niño por parte de su padre, se realiza para generar dolor y sufrimiento a su expareja”. Ello se denomina como “violencia vicaria” según la doctrina expuesta por la acusación.
Las tareas investigativas fueron adelantadas por grupos especializados en violencia de género al igual que por la Brigada de Homicidios del CTI. También por “expertos en lofoscopia (dactiloscopia), fotografía, topografía e informática forense del Grupo de Criminalística de Ibagué”.
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Antecedentes del crimen
La muerte del niño ocurrió la madrugada del lunes 3 de octubre según pudieron establecer los investigadores. El menor y su padre asesino habían llegado hacia las 10 de la noche del domingo (2 de octubre) al hotel donde ocurrió el homicidio.
Al día siguiente, como a las 7 de la mañana, Gabriel Enrique González abandonó el hospedaje aparentando buscar el servicio de restaurante; no regresó. El cadáver del niño fue encontrado en horas de la tarde de ese día, mientras las autoridades realizaban tareas de búsqueda.
Sobre el crimen se sospechó más temprano una vez la madres de la víctima accedió a un mensaje enviado por su expareja. Le advertía sobre el fatal desenlace. A partir de entonces comenzó una frenética búsqueda que terminó en el Hotel del Melgar.
Horas más tarde el criminal fue detenido mientras trataban de huir hacia Girardot.
