¿Quiénes perdimos? Contrario al triunfo que predican los tres candidatos que ganaron su derecho a estar en primera vuelta presidencial el 29 de mayo, la jornada electoral del 13M tiene más sombras que luces, pues, el poder popular no reaccionó, como se esperaba
Opinión
Por: Octavio Quintero
El Satélite
La abstención electoral en Colombia se incrementó en las elecciones parlamentarias de ayer domingo 13M, pasando del 51,18% en las legislativas del 2018, al 53,73 en 2022, no obstante el aparente interés que hervía en las redes sociales en torno al descrédito del actual Congreso, registrado en todas las encuestas, arriba del 90%.
La campaña de Petro, llenando, como antes, la plaza pública, y el entusiasmo político sobre su Pacto Histórico, no alcanzó a inclinar a su favor la composición del Senado, donde la maquinaria clientelista que mueve la administración Duque: CD, CR, PL, la U y PC, alcanzaron 70 curules de 108; y en Cámara, 104 de 187, según el boletín No. 69 de la Registraduría Nacional, expedido a las 0:30 de hoy 14.03.22, con el 98,99% de las mesas escrutadas.
Si las elecciones fueran un juego, como el de la perinola, la cara del trompo mostraría el letrero, “todos ponen”, porque, en realidad de verdad, los electores dejaron pasar el que se creía su mejor momento para haber introducido un cambio extremo al Congreso que, harto se denunció, sobre todo en redes sociales, actuó de espaldas a una realidad social, encubriendo a sus altos funcionarios a quienes les extendió confianza inmerecida.
Y, todos ponen, porque las fuerzas reaccionarias tendrán gran protagonismo en un eventual gobierno de tendencia de izquierda, como el que se espera de Petro; inclusive, su anhelado triunfo en primera vuelta se aleja y se complica, por supuesto, en segunda, en donde, como hace cuatro años, se coaligarán todos contra Petro, aupando, es posible, el triunfo Fico Gutiérrez (el nuevo Duque). En tal caso, en mi opinión, el único que pierde es Colombia, y su población más pobre, más vulnerable, más necesitada, dispersa en capas sociales de media hacia abajo; y en empresas, también de medianas hasta pequeñas y micros.
Este congreso, que iniciará labores el próximo 20 de julio, si me permiten, es más de lo mismo: “ahí están, esos son, los que venden la nación”, para terminar con el viejo bambuco del maestro Pedro Jota Ramos, cantado por Garzón y Collazos, que, por cantarlo, les negaron la visa a EE.UU. cuando fueron invitados a una presentación en Miami.
Fin de folio. La maquinaria electoral en Colombia es inderrotable, mientras siga aceitada desde ministerios con buen presupuesto e injerencia clientelar.
*Imagen tomada de El Tiempo.com