Me toca suspender mis investigaciones sobre temas complejos como la pobreza actual en Colombia, la falta de trabajo especialmente para los jóvenes, la protesta y la injusticia social, etcétera, para ocuparme de un tema más pedestre, que adquiere su importancia sólo cuando se le mira a la luz de los principios y valores éticos, constitucionales y Democráticos.
Opinión
Por: Jaime Araujo Rentería
Me refiero al debate sobre las listas electorales abiertas o cerradas. Para analizar el tema, no basta la emoción, sino que es necesaria la razón y hacer referencia al valor o principio de la soberanía popular; de la democracia (en sus 3 pilares fundamentales qué son el poder del pueblo, la igualdad y la libertad).
El Artículo 3, de nuestra constitución dice: “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público…”. No hay que olvidar que antes de la constitución de 1991, no existía la soberanía Popular sino la nacional.
Lo primero que debemos aclarar es que las revoluciones burguesas, fundamentalmente la americana y la francesa, trasladaron la soberanía del gobernante al gobernado, del Rey al pueblo y que la soberanía es el máximo poder político existente en una sociedad.
En una sociedad puede haber varios detentadores del poder político, que, sin embargo, no son soberanos; por ejemplo, el congreso y los congresistas tienen poder político, pero no son soberanos.
El presidente y los ministros, los gobernadores, los alcaldes, no hay duda que detentan poder político, pero tampoco son soberanos; como no lo son los jueces y mucho menos los partidos políticos o los directores de esos partidos.
Cuando llegamos al máximo detentador del poder político hemos encontrado el soberano y en Colombia el soberano es el pueblo (NO el rey como lo era en la sociedad feudal).
El gran defensor de la soberanía popular es Jean J. Rousseau para quien: “antes de que el pueblo escoja al rey, existe otro acto por el cual el pueblo se constituye en tal, anterior al otro y verdadero fundamento de la sociedad. El pueblo existe antes que el gobierno; el pueblo crea el gobierno, no el gobierno al pueblo. Como el pueblo es primero, el soberano debe ser el pueblo”.
Para Rousseau el propio contrato social, buscaba que el pueblo no se obedeciera más que así mismo. El problema fundamental, al cual da solución el Contrato Social es: “Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por lo cual cada uno, uniéndose a todos no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes”.
1.-EFECTOS JURIDICOS O CONSECUENCIAS DE ACOGER LA SOBERANIA POPULAR Y NO LA NACIONAL
La escogencia de una u otra tesis de la soberanía trae consecuencias jurídico-políticas diversas. Ambas teorías tienen en común el hecho de transferir la soberanía del gobernante (Rey) al gobernado, llámese a este pueblo o nación.
Se diferencian las dos tesis en que, en la tesis de la soberanía popular, son titulares de la soberanía los individuos (ciudadanos) que conforman la sociedad, de manera tal que cada miembro de la sociedad tiene una fracción de la soberanía y la tienen también los individuos cuando se reúnen; en cambio, en la tesis de la soberanía nacional, los individuos no son titulares de la soberanía y solo la tiene la reunión de estos con fines políticos; el denominado cuerpo electoral.
Como consecuencia de lo anterior se producen efectos diversos en ciertas relaciones jurídico-políticas, por ejemplo, en la consideración del sufragio o voto. Con la tesis de la soberanía nacional el sufragio es una función, que consiste en que el individuo elector es un mero vehículo de la nación para escoger el gobernante, y la nación puede excluir a muchas personas para la escogencia de sus representantes o para que la representen.
Esto es lo que permitió el voto restringido, por cualquier razón: Se excluía por pobreza, por educación, por raza, por religión, por sexo, por origen étnico, por ideología; etc.
Por lo tanto, el gobernante no representa al elector sino a la nación. Con la tesis de la soberanía popular, como los individuos son considerados titulares de la soberanía, el sufragio es considerado un derecho y en consecuencia todos tienen derecho a elegir al gobernante, o a ser elegidos, no pudiendo excluirse a las grandes masas y todos pueden ser elegidos o acceder a la función pública.
Existe una diferencia fundamental, con la tesis de la soberanía popular en las relaciones jurídico-políticas entre elector y elegido.
Con la tesis de la soberanía nacional el elector, que no tiene parte de la soberanía, no confiere mandato, ni impone obligaciones al gobernante elegido y como el gobernante no representa a quien lo eligió, no está obligado a rendirle cuentas de su gestión, ni puede ser revocado por su elector.
Con la soberanía popular el elegido si representa al elector y este último confiere mandato e impone obligaciones al elegido; como el elegido representa al elector, está obligado a rendirle cuentas periódicas de su gestión y; en el evento de que el elector no esté de acuerdo con lo que hace su mandatario o éste haya incumplido sus promesas electorales, puede revocarle el mandato.
Con la tesis de la soberanía popular existe la posibilidad de qué todos los funcionarios, de todos los niveles del estado colombiano, incluidos los de elección popular, tales como los congresistas y el propio presidente de la república puedan ser revocados.
Cosa distinta es que la clase política colombiana no haya querido desarrollar estas normas constitucionales, para no ser revocada por el pueblo soberano.
Debemos hacer notar el hecho de que normalmente los países del antiguo bloque socialista y los que todavía se llaman así, como Vietnam o Cuba acogen la tesis de la soberanía popular, en cambio, muchos países capitalistas, acogen la tesis de la soberanía nacional.
2.- DEMOCRACIA: PODER DEL PUEBLO, IGUALDAD Y LIBERTAD
La santísima trinidad de la democracia es el poder del pueblo, la igualdad y la libertad. El poder del pueblo, es la misma soberanía popular, pues como dijo Aristóteles "La democracia es la forma en que la soberanía del pueblo está, por encima de las Leyes".
Y para lo que ahora nos interesa desde el derecho electoral, la igualdad se expresa en que todos tienen igual derecho a elegir y ser elegidos y todos tienen igual número de votos, o la formula un hombre = Un voto.
La libertad en el derecho electoral se manifiesta en que el elector puede escoger entre los varios candidatos, ya independientes, ya formando parte de una lista, bien al interno de una lista (Voto preferente), ya escogiendo los mejores de cada lista y organizando su propia lista (Panachage).
La idea de la democracia es la idea de la libertad como autodeterminación política y como escogencia de sus propios candidatos y no de los impuestos por otros (partidos o directores de partidos políticos).
Los candidatos, no son más que una oferta política sobre la que los votantes pueden pronunciarse.
3.- Listas cerradas, abiertas y libres (Panachage)
En el derecho electoral, básicamente existen tres opciones: listas cerradas, abiertas y libres.
LISTAS CERRADAS
Las listas y orden en que aparecen los candidatos es determinada por el partido o jefe del partido, lo que significa que los candidatos resultan elegidos en el orden en que aparecen en las listas, y los electores no tienen la posibilidad de expresar su preferencia por uno en particular.
Los electores simplemente eligen al partido de su preferencia; y no tienen la libertad de escoger cual candidato es mejor o desechar a los corruptos.
Con este sistema se fomenta una oligarquía dentro de los partidos; la lambonería y la adulación a los jefes de los partidos, pues lo único que interesa a los candidatos es congraciarse con el jefe del partido, para que los coloque en un puesto de privilegio en la lista y poco peso tienen los méritos de los candidatos como su honestidad, su capacidad, su trabajo político o su defensa de los derechos del pueblo; pues todos estos méritos, pueden sucumbir ante otros “méritos” como prestar dinero al jefe para la campaña o invitarlo a su apartamento a Miami, o a su hotel de lujo.
Poco importa si de verdad tienen votos o no, ya que puesto en que les ha colocado su amigo dueño o director del partido les garantiza su elección, que no será lograda con su trabajo político, sino con el de otros que al final habrán trabajado para los que están arriba en la lista.
Las listas cerradas también tienen el defecto de que son rígidas frente a cambios repentinos, o de contexto político. Unos pocos ejemplos son suficientes para ver el riesgo que implican para los propios partidos y especialmente para la libertad de los electores:
“En las elecciones de 1990 para la reunificación, en Alemania Oriental el candidato colocado en primer lugar de uno de los partidos fue denunciado como informante de la policía secreta sólo cuatro días antes de la jornada electoral…, sin embargo, como las listas eran cerradas, los electores no tuvieron otra opción que votar por él si querían apoyar a su partido.”
Esto es igualmente valido para los casos en que los electores descubren que los miembros de la lista son corruptos o no cumplen sus contratos con los jóvenes emprendedores.
Las listas cerradas traen menos votos a los partidos, ya que no todos los candidatos trabajan por los votos y son injustas ya que pueden resultar elegidos quienes no trabajaron, pero estaban en un puesto de privilegio en la lista y no resultar elegidos los que trabajaron mucho pero no estaban en los primeros puestos.
Otro lado negativo de las listas cerradas es que los electores dejan de ser soberanos y esta soberanía es usurpada por los jefes de los partidos y que el elector pierde su libertad de votar por quien quiera, pues no tiene la posibilidad de determinar quién será el representante de su partido, lo que las hace antidemocráticas.
Robert Michels, ese gran sociólogo y estudioso de la sociología de los partidos políticos, ya advertía sobre la paradoja que trae la lista cerrada y que estimula la supremacía de los partidos sobre sus electores, cuando debía ser al revés:
La ley de hierro de la oligarquía: “La organización es la que da origen al dominio de los elegidos sobre los electores, de los mandatarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los delegadores. Quien dice organización, dice oligarquía”.
La lista cerrada crea una dictadura de los partidos y falsea la democracia. Y atenta contra el articulo 107 de la constitución que establece la democracia al interno de los partidos políticos.
LISTAS ABIERTAS
Las listas abiertas, son aquellas en las que los electores no sólo pueden indicar el partido de su preferencia, sino también su candidato favorito dentro de la lista de ese partido.
En la mayoría de estos sistemas el voto por un candidato, así como por un partido, es opcional, lo que demuestra que no es cierto que se pierdan votos, ya que si solo voto por el partido el voto es válido y si solo voto por un candidato del partido también el voto es válido.
Por ejemplo, en Suecia cerca de 25% de los electores regularmente votan por un determinado candidato, por lo que resultan elegidos algunos individuos que no lo serían si las listas fueran cerradas.
Las ventajas de las listas abiertas aparecen por oposición a las cerradas:
Acaban con las oligarquías de los partidos y su ley de hierro; traen mas votos para los partidos, son elegidos los que más trabajen aun que no estén en puestos de privilegios; acaba con los aduladores, melifluos y tiralevitas dentro de los partidos políticos. Impide que se elijan los corruptos o los violadores de derechos humanos dentro de los partidos, así el jefe del partido lo haya puesto dentro de la lista en un lugar de privilegio.
Es la manera real de saber si de verdad los candidatos tienen votos y no se están eligiendo con los votos y el esfuerzo de quienes están más abajo en la lista, lo que lo hace más justo.
Y lo que es mas importante, se conserva la soberanía popular en el elector y se respeta su libertad de escoger a sus candidatos y a autodeterminarse políticamente, lo que lo hace al sistema electoral más democrático.
LISTAS LIBRES (PANACHAGE)
En algunos países se han hecho aún más flexibles los sistemas de listas abiertas. es un tipo de sistema electoral que permite a los votantes distribuir sus votos entre candidatos individuales pertenecientes a diferentes listas de partido.
Es lo que se conoce con el nombre de Panachage y que va ms lejos que el voto preferente, dando a los electores posibilidades de influir más en el proceso electoral, pues permite borrar candidatos de una lista y sustituirlos por los de otra, esto es, recoger candidatos sin consideración de las listas de partido en que aparezcan sus nombres.
Esto significa que el elector puede configurar su propia lista. En Luxemburgo y Suiza los electores tienen un número de votos idéntico al de los escaños que se van a elegir y pueden distribuirlos entre los distintos candidatos de una sola lista o entre los candidatos de varias listas.
Este sistema es el que de verdad hace efectiva la soberanía popular y la libertad de la democracia.
4.Epilogo
Como en nuestro sistema electoral no existe el Panachage, debemos escoger entre las listas cerradas o abiertas (con voto preferente), esta última es la que más se acerca a los principios y valores de la soberanía popular y de la democracia, ya que garantiza la libertad de los electores sobre las oligarquías de los partidos.
El hecho de que no tengamos el Panachage, no quiere decir que renunciamos a el y que no sigamos luchando para entregarle, este derecho a los colombianos.
Como también, si de verdad queremos ampliar la democracia política y económica, debemos continuar luchando por fortalecer las candidaturas independientes, como se acaba de hacer en chile donde los independientes, a quienes se les permitió presentarse sin tantos obstáculos barrieron a los partidos tradicionales y a la derecha de ese país.
El fundamento iusfilosofico y político existe para este derecho y uno de sus aspectos es que no se puede obligar a nadie a afiliarse a una asociación política y no se debe impedir que los individuos sean nominados como candidatos independientes o no afiliados.
La otra cruzada, es contra los umbrales, que impiden que nazcan nuevos partidos, movimientos o se renueve la política y discrimina a los partidos Pequeños y mientras eso se modifica, que por lo menos se haga efectiva las Coaliciones electorales de los partidos minoritarios.
Esto significa que los partidos subsisten como entidades independientes y aparecen por separado en la papeleta, pero que los votos obtenidos por cada uno son contabilizados como si pertenecieran a la coalición y, por consiguiente, aumentan sus posibilidades de que la votación combinada les permita rebasar el umbral y obtener una mayor representación.
Para todo esto y para ampliar la democracia política y económica es que necesitamos otra constituyente.
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