La Concesionaria Férrea de Occidente en Cundinamarca, o Regiotram, deberá reiniciar el trámite de la correspondiente Licencia Ambiental ante la ANLA. El curso de los nuevos permisos podría tardar más de un año.
De lo sucedido se supo mediante comunicación del gobernador Nicolás García en mensaje de video, luego de ser enterado sobre los pormenores de la decisión adoptada por la Autoridad Ambiental.
“No compartimos la decisión de la ANLA de archivar la solicitud de Licencia Ambiental para el Regiotram de Occidente. Estamos hablando de un proyecto de 2.4 billones de pesos, de inversiones de la nación y el departamento adjudicadas. De un tren 100% eléctrico; de la atención de un corredor que históricamente ha estado abandonado”, señaló el Gobernador.
Malestar en la Administración Seccional
Visiblemente inquieto, el mandatario comentó que se trata de un proyecto de características especiales. “Estamos hablando de un proyecto que disminuye la emisión de gas carbono. Iniciaremos, por supuesto, nuevamente los trámites”, subrayó.
Le pidió a la ANLA trabajar en equipo para que el proyecto, “tal vez de transporte masivo más limpio del país, pueda continuar su ejecución”.
García Bustos expresó temores de que el proyecto de transporte masivo de pasajeros pueda sufrir traumatismos serios. “Estamos haciendo labores que no requieren hoy la licencia ambiental. Pero si no tenemos esta licencia, va a llegar el momento en el que se para el que hoy es el proyecto más importante del país en transporte masivo limpio. Necesitamos trabajar en equipo y sacar adelante este proyecto”, reiteró.
Razones de la ANLA
Por su parte, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales explicó que la documentación radicada por la Concesionaria Férrea de Occidente, Regiotram, no se ajustó plenamente a lo exigido por la norma. Le habían solicitado aclaración.
Dice que “la respuesta a dichos requerimientos (varios según la ANLA), esta Autoridad Nacional considera que no fueron debidamente atendidos por parte del interesado”. En razón a ello debe reiniciar el trámite de la solicitud de los permisos de Ley.
“Las insuficiencias de información identificadas por el equipo técnico evaluador en el estudio de impacto ambiental fueron objeto de requerimientos de información adicional a través del Acta 85 del 9 de septiembre de 2022”.
Ante esa circunstancia, la Concesionaria “deberá presentar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental que dé cumplimiento a los requisitos legales”. Se refiere a lo establecido en la Metodología General para la Elaboración y Presentación de Estudios Ambientales, adoptada mediante Resolución MADS 1402 del 25 de julio de 2018.
También advierte que Regiotram deberá tener en cuenta los Términos de Referencia y todos “aquellos que apliquen puntualmente para el proyecto”. Lo anterior con el propósito de que la ANLA “cuente con los elementos de juicio suficientes para la toma de decisión en el marco de una adecuada evaluación ambiental a la solicitud”.
Puntos deficientes
Dice la ANLA que, por ejemplo, la Concesionaria “no dio cumplimiento con el literal i del requerimiento 1 relacionado con incluir en el Modelo de Almacenamiento Geográfico (MAG) la totalidad de las áreas y obras que hacen parte del proyecto”. Explica que la documentación solo menciona “135 intersecciones y en el MAG únicamente 52”.
Las mismas glosas de la Autoridad Ambiental señalan que no se cumplieron 3 requerimientos relacionados con la descripción de las características técnicas de diseño. Igual sucedió con la construcción de la vía férrea cuyos efectos, por la vibración, podría impactar las edificaciones próximas a las estructuras de Regiotram.
En este punto, para la ANLA no fue suficiente la explicación sobre el uso de un “elemento elástico” para reducir el impacto como lo sugieren estudios. No hacen clara referencia sobre aparente eficiencia del 30%. Tampoco se presentaron los correspondientes soportes que garanticen el cumplimiento de los requerimientos.
Además, la “sociedad no ajustó el área de influencia para los medios abiótico (componentes químicos y físicos sin vida del medio ambiente), biótico (organismos vivos) y socioeconómicos”. Este punto había sido solicitado, su explicación, mediante requerimiento 4 de la documentación remitida.
Los humedales
También dice la ANLA que los espacio a lado y lado de la vía férrea, o zona de influencia “físico-biótica”, que debe ser de entre 150 y 200 metros, no es consistente en la documentación.
Otro punto que preocupa a la Autoridad Ambiental tiene que ver zonas estratégicas claves para el medio ambiente. En concreto, se refiere a los humedales Capellanía (Bogotá) y Gualí (entre Funza, Mosquera y Tenjo), que, aparentemente, no son tenidas en cuenta dentro del proyecto como zonas a proteger.
Para la Autoridad Ambiental los “humedales son muy importantes para la región, ya que son cuerpos de agua que amortiguan las crecientes y almacenan el agua proveniente de las zonas altas”. Este punto aumenta su inquietud.
Simultáneamente, el proyecto, o por lo menos la documentación allegada a la ANLA, no cita la caracterización del componente hidrológico. “La Concesionaria no presentó ni describió el sistema y áreas de recarga de los humedales que se encuentran al interior del área de influencia”.
Además, la Concesionaria “no presentó los análisis de conflicto de uso de suelo en relación con el ruido ambiental asociado a los modelos acústicos de la línea base”.
Las glosas incluyen otros aspectos que deberán ser resueltos por la Concesionaria Férrea de Occidente una vez de inicio a una nuevo solicitud de Licencia Ambiental para desarrollar el Regiotram.