Los operativos se extendieron a Cali, Pereira, Dosquebradas y Medellín en donde también se escondían y operaban los de “La Cordillera”. Once personas, entre ellas una mujer, se encuentran dentro de los capturados por el Ejército y la Fiscalía.
De acuerdo a informes de inteligencia, la organización se dedicaba al envío de alucinógenos hacia los mercados extranjeros, particularmente hacia Europa y las naciones orientales.
Con ellos dieron las autoridades mediante trabajos de inteligencia a manos de las Fuerzas Militares, el Ente Acusador y la Fiscalía con el apoyo de la DEA. Durante meses siguieron pistas las cuales, poco a poco, los condujo hasta el corazón de la banda conocida como “La Cordillera”.
Trabajos de seguimiento, interceptaciones telefónicas y el uso de tecnologías permitió que las autoridades conocieran detalles comprometedores de las operaciones ilegales.
Procedimientos de las autoridades
La banda utilizaba varios métodos para esconder la mercancía ilegal. La camuflaban dentro cargamentos de mercancías nacionales las cuales eran remitidas vía marítimas a diferentes naciones.
Agentes Militares y de la Fiscalía pudieron comprobar que, generalmente, el clorhidrato de cocaína era mimetizada dentro de remesas de panela y caolín, producto éste muy solicitado por temas arquitectónicos. Desde Buenaventura era enviada hacia Europa y Oriente Medio, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos. Un aspecto que llamó la atención de los investigadores es la presencia de ex integrantes de la Policía Nacional.
Precisamente, en un trabajo de seguimiento los investigadores hallaron 13 kilogramos de cocaína en un bus intermunicipal de Cartagena (Bolívar). En otros dos incautaron más de 400 kilogramos los cuales iban a hacer pasar como panela pulverizada y bultos de caolín. Su destino era Europa.
Un detalle dado a conocer por las autoridades tiene que ver con antecedentes en el trabajo investigativo. En mayo de 2022, fueron capturados 18 presuntos integrantes, entre ellos uno de los posibles cabecillas. Las diligencias se realizaron de manera simultánea en España, Francia y Emiratos Árabes Unidos.
Procedimientos recientes
Cumplida una primera etapa del trabajo, las autoridades abrieron el nuevo capítulo que deja las detenciones referenciadas. Las recientes tareas permitieron detectar rastros de la organización en Pereira, Dosquebradas, Cali, Medellín y Madrid, municipio éste de Cundinamarca en la Sabana Occidente.
Los roles cumplidos por los integrantes de la banda les permitía abarcar buena parte del mercado. Incluso, de acuerdo a algunos aspectos detectados dentro de las averiguaciones, algunos de ellos se encargaban del procesamiento de la cocaína.
Puestos tras las rejas
Otro dato que llama la atención es la posible vinculación del ELN en el negocio ilegal. Dentro de los detenidos se encuentran Reinaldo de Jesús R., alias Rey, quien estaría involucrado en la financiación de las actividades relacionadas con la adquisición de la cocaína y su traslado.
Además, fueron detenidos Mauricio T. A., alias Mao, presunto cabecilla. Débora Bibiana A. T.; sería una de las personas de confianza de alias Mao.
John J. B., posible socio inversionista señalado de dirigir el proceso de camuflaje de los narcóticos. Jesús Aníbal R. H., alias el Hombre del Libro, presunto contacto con las redes narcotraficantes de Europa.
Adolfo C. G., alias Caballo, ex integrante de la Policía Nacional quien estaría a cargo de las operaciones contables y logísticas, y el manejo de alianzas en Europa.
Didier Mauricio A. S., alias Mono, uno de los presuntos encargados de ejecutar los procesos químicos para mezclar la cocaína en azúcar, panela y otros productos.
Jony G. P., alias Jota, ex integrante de la Policía Nacional. Coordinaría, en parte, la salida de los estupefacientes a Europa, y habría participado en el reclutamiento de “correos humanos”.
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Óscar Antonio P. M., alias Polita, posible coordinador de los envíos, igualmente se encuentra dentro de los detenidos. Eugenis B. C., alias Pri, ex integrante de la Policía Nacional a quien se le atribuye el cobro de dinero por permitir el paso y salida de los alijos.
Fernando L. R., es representante de una empresa de operaciones logísticas que tendría alianzas en Europa. Este hombre tendría el encargo de obtención de la cocaína, almacenarla y trasportarla luego del proceso de camuflaje.
Los trabajos investigativos, conocido como Plan Ayacucho, corrieron por cuenta de la Quinta División del Ejército Nacional, en un trabajo articulado con la Dirección Especializada Contra el Narcotráfico de la Fiscalía General la Nación y la Administración de Control de Drogas, DEA.