La familia de osos, compuesta por madre y dos cachorros, sería responsable de varios ataques a algunos hatos ganaderos en zona rural de Manta, Región de los Almeidas, norte de Cundinamarca y, muy posiblemente, otros sectores de Boyacá.
Sobre la presencia de los animales silvestres dieron cuenta algunos campesinos y productores de carne bovina y leche, quienes reportaron la muerte de varios de sus animales las últimas semanas en la zona.
Ante el fenómeno, los labriegos y habitantes rurales se dieron a la tarea de avanzar en sus averiguaciones. Planearon jornadas de vigilancia hasta cuando lograron dar con la más probable causa de la muerte de sus animales de producción.
En medio de una zona boscosa alcanzaron a ver la madre osa y sus pequeñas crías, lo cual les hizo pensar que esos tres ejemplares serían los responsables de las agresiones contra sus hatos.
¿Familia osos atacan ganaderías en Manta?
Los hechos se presentaron en la vereda Palmar Arriba, desde donde un grupo de labriegos dio inicio a la búsqueda. Siguieron el rastro hacia el municipio de Gachetá en donde igualmente, según parece, ocurrieron casos similares.
El trabajo de vigilancia fue coordinado por la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, UMATA, y el alcalde de la primera población mencionada, Luis Felipe Vázquez.
Dieron aviso a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, tras lo cual diseñaron un plan para reubicar a los osos en una una zona donde no causen problemas.
Su itinerario de este viernes (16 de agosto) prevé visita al lugar donde se presentó el sacrificio de algunas reses. Igual, evaluarán las mejores alternativas para eliminar los riesgos y poner a salvo la familia de osos donde puedan continuar sus vidas silvestres.
La misión
El objetivo de esta inspección es verificar la presencia de la osa y sus crías, tras lo cual adoptarán medidas para proteger tanto a la fauna local como a los animales domésticos. La misión es buscar una solución a los conflictos entre la vida silvestre y las comunidades rurales; buscarán asegurar un equilibrio entre la protección de especies en peligro y la seguridad de los habitantes y sus bienes.
Conservación de la fauna silvestre
Por siglos, el altiplano cundiboyacense ha sido el hábitat del oso andino. También conocidas como osos de anteojos, enfrentan desafíos importantes debido a la pérdida de sus espacios naturales y el cambio climático. Sin embargo, en Cundinamarca y Boyacá se están tomando medidas para proteger y conservar esta especie.
En el primero de los departamentos citados han sido demarcadas varias zonas amplias en donde las autoridades tratan de mantener las especies no domésticas.
Uno de esas áreas es el Parque Natural Regional Vista Hermosa Monquentiva ubicado en el municipio de Guatavita, este espacio regional abarca 4.282 hectáreas, principalmente de páramo.
Además de proteger al oso andino, la reserva forestal también favorece la conservación del agua y otras especies emblemáticas. Precisamente y por sus características especiales, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca declaró este entorno como área protegida, permitiendo la implementación de un Plan de Manejo Ambiental.
En esa zona no podrá desarrollarse ninguna actividad o intervención del hombre, salvo que se trate de tareas dirigidas a fomentar la flora y fauna que allí nace, crece y se reproduce.
Otra área con similares características y misión es el Páramo de Mamapacha, Boyacá. Se encuentra ubicado en Garagoa y es objeto de un programa de protección específico para el oso de anteojos. Esta formación de alta montaña es “clave” para la conservación de las especies silvestres en peligro de extinción, entre ellos el cóndor de los andes.
En resumen, la protección de los osos andinos en Cundinamarca y Boyacá es esencial y prioritario para las autoridades en su propósito por preservar la biodiversidad y los ecosistemas de alta montaña. Adelantan esfuerzos no solo en beneficio de la fauna local, sino también a las cuencas de agua que abastecen a las ciudades cercanas.
*Corresponsal : Nelson Rubiano Rey
