Se salvó por segunda vez de agresión sicarial. Alcanzó a darse cuenta que iba a ser atacada; reaccionó y evitó que la agresión fuera mortal. Sin embargo, resultó herida con número indeterminado de impactos de bala.
Según informaciones recogidas dentro de testigos y algunos medios locales de noticias, los hechos ocurrieron al occidente de Fusagasugá, Cundinamarca, entre los barrios San Jorge y Comboy.
Reportes no oficiales señalan que la mujer transitaba en su vehículo cuando notó movimientos sospechosos de un par de hombres en motocicleta; la seguían de manera anormal.
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Entonces, centró su atención en ellos. El retrovisor le permitió seguir todos sus movimientos y fue así como se percató de que se encontraban armados y que le iban a disparar. Cuando se acercaron a su vehículo ella maniobró desesperadamente tratando de inhabilitar a sus agresores.
Logró evitar un ataque mortal
Hasta cierto punto lo logró. Aceleraba y desaceleraba para alejarse del foco del arma que, en la mano del sicario trataba de atinar. Le dispararon en repetidas oportunidades; la policía dijo que el automóvil recibió seis impactos.
Así, solo un proyectil la alcanzó. Los criminales, al verse sorprendidos por la reacción de la mujer, prefirieron escapar. Minutos después ella fue auxiliada por algunas personas que se percataron de movimientos anormales y las detonaciones en la calle.
Se dieron cuenta que había sido herida y procedieron a trasladarla a un centro hospitalario. Una ambulancia de Bomberos Fusagasugá la llevó al Hospital San Rafael. Allí se encuentra bajo observación. Su condición médica es desconocida.
Reporte oficial
La Policía de la Estación Fusagasugá del Distrito Uno, un par de horas más tarde, suministró informe de lo sucedido de acuerdo a los datos en su poder y tras las primeras indagaciones.
Confirmó que el hecho se presentó hacia 10 y 50 de la mañana en el barrio Comboy, y que el ataque estuvo dirigido contra una mujer (Yaquelín M.) quien ya había sido blanco de un hecho similar en el 2.022. En esa oportunidad murió su esposo Maximiliano Cañón Castellanos.
Ya en manos de más información, un grupo especial de agentes, con pericia en este tipo de delitos, fue asignado al caso. Siguen el rastro tomando como punto de partida hechos que vienen de tiempo atrás.
Parece ser que todo tiene relación con el negocio de las esmeraldas. Esa hipótesis manejan por ahora los investigadores de la Sijin.
Homicidio en Bogotá
Hace un año y 3 meses, el jueves 2 de junio del 2022, el esposo de Yakelín fue asesinado por un par de sicarios en motocicleta. Los autores del sangriento caso fueron detenidos cuando intentaban huir.
Los hechos se presentaron hacia las 2 y 30 de la tarde de ese día, en momentos que la pareja se dirigía a un restaurante ubicado en inmediaciones del Parque de la 93 sobre la carrera 15, norte de la capital colombiana.
Por entonces, los investigadores manejaron varias teorías: una de ellas indicaba que este nuevo hecho puede tener relación con asesinatos en el 2014 dentro de grupos esmeralderos rivales. Incluso se habló de disputas por un título minero.
Ese día, Cañón, representante legal de las empresas Fura y Tena S.A.S. dedicada a la extracción de piedras preciosas, fue remitido de urgencia a la Clínica Los Nogales (calle 95 con 23). Allí falleció mientras recibía atención médica.
Su esposa, Yakelín, se salvó en esa oportunidad. El Sicario le apuntó y accionó el arma pero ésta no “percutió”, es decir, no accionó la aguja que, mediante un golpe, activa la pólvora dentro de la bala. Eso la salvó.
En medio de la cascada de noticia de esa jornada, la Policía Bogotá dijo que en la escena del crimen “se logró la captura de dos delincuentes (presuntos) y la incautación de una pistola glock y una motocicleta en la que se movilizaban".
Este nuevo hecho también fue asociado con el homicidio (16 de julio 2021) de otro comerciante de esmeraldas, Luis Caicedo, en el barrio Pablo VI, occidente de Bogotá.
Precisamente, por estos días se supo del fallo del título minero en disputa por años. Parece ser que favorece a la familia de Maximiliano Cañón Castellanos. Ese puede ser el desencadenante del nuevo hecho de la fecha en Fusagasugá según evalúan los investigadores.
