En el marco de la Semana Mundial del Agua, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha presentado un informe detallado de las diversas iniciativas que ha implementado en 2024 para la protección y conservación del recurso hídrico en la región. Entre las propuestas más destacadas se encuentra la construcción de un microembalse en Tobia, Cundinamarca, para asegurar el suministro constante de agua potable a las comunidades locales.
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"La seguridad hídrica es una de las prioridades fundamentales en nuestra Hoja de Ruta 2024-2027. Por esta razón, estamos explorando la posibilidad de adquirir terrenos para construir un microembalse, garantizando así el acceso al agua potable para los habitantes de Tobia. Es preocupante el estado actual de muchas fuentes hídricas en nuestra jurisdicción, lo que hace imprescindible trabajar en la restauración de ecosistemas vitales para asegurar el agua para futuras generaciones", declaró Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR.
Como parte de su Plan de Acción Cuatrienal (PAC) 2024-2027, la CAR ha reforzado su papel como autoridad ambiental mediante el despliegue de equipos técnicos y jurídicos por todo el territorio. Estos equipos están dedicados a asegurar el cumplimiento de la normativa vigente y han intensificado los operativos en colaboración con autoridades municipales. Hasta la fecha, se han iniciado 453 procesos sancionatorios relacionados con vertimientos no autorizados, captaciones ilegales de agua, ocupación de cauces y otras intervenciones en rondas hídricas.
Una de las iniciativas tecnológicas más relevantes de este año ha sido la implementación de drones UAV de alta precisión para el modelamiento y monitoreo de cuerpos de agua en la cuenca alta del río Bogotá. Esta innovadora tecnología permite cubrir hasta mil hectáreas por día, con el objetivo de alcanzar 100.000 hectáreas monitoreadas para finales de año, desde el nacimiento del río en Villapinzón hasta Puente La Virgen.
La CAR también ha promovido programas basados en la sostenibilidad productiva y adaptación al cambio climático. Entre ellos, destacan 800 acuerdos de conservación firmados con juntas de acción comunal y acueductos veredales que dependen de las microcuencas locales. Estas iniciativas buscan optimizar la protección y gobernanza del agua en el territorio.
Adicionalmente, el programa Cosecha de Agua, que incluye estrategias como “Lluvia Para la Vida”, ha beneficiado a unos 235 hogares en 2024. Esta estrategia se complementa con la construcción y fortalecimiento de reservorios, con la meta de alcanzar los 5.000 sistemas de almacenamiento de agua fijados en el PAC.
La CAR sigue enfocada en mejorar la calidad del agua en la cuenca alta del río Bogotá, de la cual dependen 4.5 millones de personas y 26 acueductos comunitarios. Para ello, se están desarrollando proyectos como la construcción de humedales artificiales y biofiltros, además de iniciativas de saneamiento básico que buscan reducir las cargas contaminantes en las 9 cuencas hidrográficas del territorio.
En cuanto a la recarga hídrica, esencial para el funcionamiento controlado de los embalses, se han llevado a cabo más de 60 jornadas de plantación de especies nativas. Estos esfuerzos se realizan en colaboración con la comunidad, empresarios, gremios e instituciones, abarcando diversas áreas del territorio.
“La variabilidad climática en este 2024 ha puesto a prueba nuestra capacidad de reacción y resiliencia. La gestión integral del agua requiere no solo acciones técnicas sino además robustos programas de cultura y educación ambiental”, afirmó Ballesteros. Es por esto que la CAR acompaña sus planes y programas con estrategias pedagógicas destinadas al uso eficiente y ahorro del agua, promoviendo una cultura de sostenibilidad en la región.
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