Un trágico accidente en la vía Zipaquirá-Ubaté, en Cundinamarca, deja un saldo de un muerto y más de 10 heridos en el cruce de la vía al Neusa, sector El Olivo.
Este siniestro involucró a una tractomula y a un bus de servicio público que pertenecía a la empresa Transportes Reina.
Según la hipótesis manejada por las autoridades, un caballo se cruzó repentinamente frente a la tractomula, causando que el conductor perdiera el control de su vehículo.
El momento exacto del accidente fue a las 4:30 a.m., y la colisión ocurrió cuando la tractomula bruscamente maniobró para esquivar al caballo suelto.
La maniobra fue tan abrupta que el vehículo saltó el separador de la doble calzada y chocó de frente contra el bus de Transportes Reina, que se desplazaba en dirección contraria.
Accidente entre Zipaquirá y Ubaté, Cundinamarca
A causa del impacto, más de diez pasajeros resultaron heridos, incluido el conductor del bus, quien quedó atrapado en la cabina del vehículo.
Los equipos de rescate llegaron rápidamente al lugar para intentar salvarlo, pero, pese a sus esfuerzos, el conductor falleció a minutos de ser rescatado de entre los retorcidos hierros del bus.
Las autoridades identificaron al conductor de la empresa Transportes Reina como Fabio Galeano, un hombre de 47 años de edad.
Además de él, entre los heridos se encontraban tres menores de edad, quienes fueron trasladados de urgencia al hospital regional de Zipaquirá para recibir atención médica especializada.
El accidente provocó una crisis de movilidad de la zona, y muchos conductores se vieron afectados, teniendo que esperar más de tres horas para pasar por el sitio del suceso.
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Sumidos en el dolor
Los familiares de las víctimas, así como la comunidad en general, se vieron sumidos en el dolor y la preocupación por los heridos.
Se llevaron a cabo diversas muestras de solidaridad para apoyar a las personas afectadas por el accidente.
Las autoridades iniciaron una exhaustiva investigación para determinar las causas exactas del accidente y esclarecer si hubo responsabilidad adicional de terceros, como la presencia de animales sueltos en la vía.
Además, se llevó a cabo una inspección técnica de los vehículos involucrados para recopilar pruebas que ayudaran en la determinación de la responsabilidad.
El hecho generó debates sobre la seguridad vial en la región y la necesidad de implementar medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Mayor presencia policial
Los ciudadanos demandaron una mayor presencia policial en la zona, así como campañas de concientización sobre el respeto de las normas de tránsito.
Igualmente reiteraron la importancia de mantener las vías libres de obstáculos que puedan poner en riesgo la vida de los conductores y pasajeros.
En medio de la tristeza y el dolor, se llevaron a cabo diversos actos de homenaje y solidaridad en memoria de las víctimas del accidente.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo se unieron para brindar su apoyo a los afectados y recordar con cariño a quienes perdieron la vida en este trágico suceso.
Proceso judicial prolongado
En el ámbito legal, se esperaba que el caso tuviera un proceso judicial prolongado, por la complejidad del mismo y la necesidad de esclarecer las circunstancias que rodearon el accidente.
Los abogados de las partes involucradas trabajaron arduamente en la recolección de pruebas y testimonios para presentarlos ante las autoridades judiciales competentes.
Mientras tanto, los sobrevivientes del accidente y sus familiares afrontaban una difícil recuperación física y emocional.
El apoyo psicológico y médico se convirtió en una prioridad para ayudarles a superar el trauma y las secuelas del trágico evento.
Además, la empresa Transportes Reina enfrentó una difícil situación, ya que tuvo que asumir la responsabilidad y brindar apoyo a los afectados y a las familias de las víctimas.
Protocolos internos para atender la emergencia
La compañía implementó protocolos internos para atender la emergencia y ofrecer ayuda a los heridos y sus seres queridos.
La comunidad en general también se volcó en acciones solidarias para recolectar fondos y donaciones destinadas a los heridos y a las familias que perdieron a sus seres queridos.
La generosidad y el apoyo de la sociedad fueron fundamentales para brindar esperanza en medio de la tragedia.
El accidente en la vía Zipaquirá-Ubaté se convirtió en un recordatorio para todos sobre la fragilidad de la vida y la importancia de conducir de manera responsable y prudente.
La tragedia dejó una huella profunda en la memoria de quienes presenciaron el suceso y sus consecuencias.
*Imágenes tomadas del portal la Villa
