*Habitantes de calle. Alcaldía busca que este grupo de la población participe en programas especiales encaminados a reincorporarlos a la productividad y a las comunidades. La estrategia hace parte del “Plan Despertar”.
Sobre la estrategia volvió a hablar el secretario de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Zipaquirá, Cundinamarca, Oscar Fernando Castillo Barantes.
Hizo referencia del programa en nuevo reporte sobre el trabajo que adelanta su despacho en relación con el tratamiento para ese grupo de ciudadanos que cayeron en el consumo de drogas, o por falta de oportunidades.
Buena parte de ellos, según este nuevo reporte, son jóvenes quienes pasaron al mundo de los alucinógenos, pero quieren abandonar esa condición; hasta ahora no han encontrado las condiciones adecuadas que los rescate.
Habitantes de calle en Zipaquirá
Esta es la sexta jornada del Plan Despertar en Zipaquirá, un procedimiento impulsado por el alcalde Fabián Rojas con el apoyo de la Policía Nacional.
La tarea se cumplió en diferentes puntos de la ciudad que sueles ser tomados por los habitantes de calle. Ellos prefieren los espacios debajo de los puentes, o andenes y corredores con poco o ningún tráfico de peatones.
Además de propiciar el rescate de estas personas, la tarea pretende mejorar la seguridad y la convivencia en todo el municipio. De momento, el programa permitió la reubicación de varios habitantes de calle en fundaciones y programas de apoyo.
El trabajo no ha sido sencillo de acuerdo a lo indicado por Castillo Barantes, encargado de sacar adelante la iniciativa.Su balance da cuenta de quealgunos habitantes de calle han dejado la ciudad, pero, simultáneamente, otros han llegado “posiblemente como consecuencia de iniciativas similares en otros municipios”.
“No es una tarea fácil (…) esto de tener que mover el habitante de calle”, subrayó el funcionario. Insiste en que, pese a ello, seguirán trabajando en procura de mejorar las condiciones de seguridad en Zipaquirá.
Resultados de los procedimientos
Al finalizar esta sexta jornada, siete personas fueron trasladadas a los centros especiales como parte de los procedimientos de protección.
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El grupo, en alto porcentaje, está compuesto por jóvenes menores de 30 años “con antecedentes de consumo y, en algunos casos, con comportamiento agresivo o porte de armas blancas”.
No fue explícito pero se le entendió, al secretario, que algunas de estas personas son responsables de hurtos y atracos en las calles de la ciudad.
“Es importante resaltar el tema de la edad”, observó. “… uno pensaría que el habitante de calle es una persona envejecida, pero la gran mayoría no superan los 30 años y son consumidores que han pasado por fundaciones”.
Precisamente, es este aspecto el que llama la atención de las autoridades de la ciudad y, en particular, de quienes tienen la responsabilidad de tramitar su rehabilitación.
Un enfoque humanitario
Durante la jornada de este fin de semana del puente de la Independencia de Cartagena, fueron adelantados varios procedimientos. Algunos de ellos recibieron el ofrecimiento de traslado a una fundación donde pudieran recibir apoyo y orientación.
De los siete remitidos, tres manifestaron interés en ingresar a esas instituciones, mientras que otros prefirieron apartarse de las tareas de resocialización.
